El conflicto entre el colectivo de trabajadores de Haribo y la dirección de la empresa ante el inminente traslado de la producción de Crevillent a Girona llegó ayer a un final feliz. En un ambiente de tensión el comité de empresa logró sacar adelante un buen acuerdo que responde, tal y como deseaban, a los intereses de todos los trabajadores de Haribo en Crevillent, que son 119 personas.

Según pudo saber ayer este diario a través de fuentes próximas a las negociaciones, la dirección y los empleados de Haribo cerraron ayer un acuerdo ante el inminente traslado de la producción de Crevillent a la planta de Cornellà del Terri, en Girona, que se producirá en el mes de agosto. Al final, las negociaciones y la presión a través de una concentración y la colocación de pancartas, por parte de los trabajadores, ha dado resultado y la dirección de Haribo accedió a negociar todos los puntos planteados por el comité de empresa.

Finalmente, la empresa ofrece a todos los empleados que quieran conservar su puesto de trabajo en Cornellà del Terri (Girona) una ayuda única de 6.000 euros para los gastos del traslado y la vivienda. Además, se compromete a conservar los puestos de trabajo durante tres años y también ofrece un empleo para los cónyuges, que podrán acceder, como mínimo, a un contrato de prueba de cuatro meses.

Por otro lado, Haribo accedió a indemnizar a los trabajadores que no puedan, o quieran, desplazarse hasta Girona con la empresa. En este punto Haribo indemnizará a cada trabajador pagándole cuarenta días por cada año trabajado. Aquí, el comité de empresa pedía una indemnización de 45 días por cada año trabajado en Haribo.

Finalmente, el último punto, propuesto por el comité de empresa y aceptado por Haribo, fue el estudio personalizado de cada uno de los empleados mayores de 55 años. La idea principal que pretende el acuerdo es posibilitar un prejubilación, aunque la empresa se ha comprometido a estudiar cada caso de forma individualizada.

El de ayer debía ser el penúltimo día de las negociaciones, que tenía como fecha límite el próximo viernes día 4 de junio. Por este motivo, los trabajadores hicieron lo posible para que las últimas reuniones se celebraran en la fábrica y que, así, la dirección fuese consciente del ambiente de descontento que se había generado entre la plantilla. De hecho, además de la concentración del pasado martes en la Plaza de la Constitución, que fue seguida por más de 200 personas, los empleados recibieron ayer a la dirección con pancartas.

Desde el comité de empresa se aseguró que "la presión de los trabajadores ha sido fundamental a la hora de conseguir que la empresa abriera los ojos y fuese consciente de la situación en la que nos iba a dejar con el anterior planteamiento, que no contemplaba las indemnizaciones".

Las dos partes ven con buenos ojos el resultado final

Tras cerrar el acuerdo con los empleados, Haribo emitió un breve comunicado en el que explicaba que "la dirección de Haribo y los colaboradores de la planta de Crevillent han llegado hoy (por ayer) a un acuerdo satisfactorio para ambas partes tras la decisión anunciada por la compañía de concentrar la fabricación de todas sus líneas de producto en su centro de Cornellà del Terri (Girona)". Además, desde Haribo se indicó que "la compañía quiere destacar el esfuerzo realizado por la plantilla que ha facilitado encontrar la mejor solución para todos".

El ambiente de optimismo también se reflejaba entre los representantes de los trabajadores que se mostraron muy satisfechos con el resultado de las negociaciones. Desde el comité de empresa indicaron que "estamos muy contentos por el apoyo que hemos recibido de los trabajadores durante el proceso de negociación y por el esfuerzo que, finalmente, ha realizado la empresa para que hubiera un acuerdo satisfactorio".

La intención de Haribo es iniciar el traslado definitivo durante el próximo mes de agosto. Hasta entonces, la plantilla de Crevillent, formada por 119 personas, se ha comprometido a seguir en su puesto de trabajo.

Además, según explicaron desde el comité de empresa, "hemos adquirido el compromiso de trabajar al máximo para dar una buena producción". De hecho, desde ayer, los trabajadores mostraron su disposición a volver a trabajar las horas extraordinarias que dejaron de hacer, como señal de protesta, cuando empezaron los rumores que han acabado con la decisión de Haribo de trasladar su planta a Cataluña y finalizar su andadura en la provincia de Alicante después de doce años, donde ha fabricado productos reconocidos y premiados.