La Guardia Civil interceptó ayer una patera con trece inmigrantes argelinos en su llegada a la costa santapolera, pese a que los detenidos en la operación fueron doce, según diversas fuentes consultadas por el este diario. En el dispositivo participó también la Policía Local de Santa Pola.

Los inmigrantes llegaron en una zódiac de unos cinco metros de eslora y un motor de treinta caballos que fue detectada por la Guardia Civil sobre las 7.30 horas de ayer cuando estaba llegando a la costa en el paraje conocido como " la Cadena", en Santa Pola del Este.

La detección se produjo gracias al Sistema Integral de Vigulancia Exterior que, según recordaron desde la Comandancia de la Guardia Civil, incluye tanto radares como patrullas por tierra y mar. En la embarcación, que tenía capacidad para unas seis personas viajaban trece, según diversas fuentes. Al llegar a tierra, los inmigrantes se encontraron con un gran dispositivo formado por numerosas unidades de la Guardia Civil y de la Policía Local. Pese a ello, algunos inmigrantes intentaron escapar por el camino del faro y algunas vías de esta zona de Santa Pola, como la avenida del Catalanet.

Finalmente, la Benemérita detuvo a doce personas, once hombres y una mujer, al parecer, embarazada de tres meses que fueron trasladados al cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola, donde fueron atendidos por personal de Cruz Roja.

Según un portavoz de este colectivo, en el grupo de hombres había dos que decían ser menores, aunque será una prueba posterior la que lo determine realmente.

Según las mismas fuentes, se encontraban en un buen estado de salud y no presentaban síntomas de haber permanecido muchos días en el mar. Así, únicamente uno de ellos estaba hipoglucémico.

El personal de Cruz Roja, compuestos por diez personas que proporcionaban asistencia médica, dos intérpretes y un coordinador de emergencias, se ocupó de la valoración sociosanitaria de los que llegaron en la zódiac.

Al parecer, los propios inmigrantes explicaron que habían permanecido en el mar unas 28 horas y que procedían de un buque nodriza que les había dejado a unas cinco o seis millas de la costa.Una hipótesis que gana fuerza por el hecho de la buena situación que presentaban los inmigrantes, la poca potencia del motor de la zódiac y el hecho de que no se encontraran grandes cantidades de agua o comida.

Los once inmigrantes varones fueron valorados por Cruz Roja en el cuartel, mientras que la mujer embarazada fue llevada al centro de salud y posteriormente al hospital para regresar de nuevo al cuartel.

La Guardia Civil se encargó de llevar a cabo las diligencias previas para tratar de averiguar la procedencia de los inmigrantes, así como la toma de huellas. Posteriormente, se esperaba que fueran puestos a disposición de Extranjería, dependiente del Cuerpo Nacional de Policía, lo que sucedió ya por la tarde.

La embarcación fue primero depositada en el Club Náutico de Santa Pola y después trasladada al puerto de Alicante, donde quedó a disposición de la autoridad judicial.