El hallazgo de los restos arqueológicos encontrados hasta la fecha en el solar destinado a la estación de autobuses no interferirá en el desarrollo del proyecto de esta infraestructura, que sigue los trámites previstos, según explicó la concejal de Cultura y Patrimonio, Feli Bailador.

La edil apuntó que "en principio, con lo que se ha encontrado hasta hoy (por ayer) no debe haber ningún problema", ya que el hecho de que sean restos humanos, y no construcciones, permite seguir con los planes existentes en el lugar, explicó la responsable.

Por el momento, con la primera fase de la prospección arqueológica (que hace referencia a la localización de los restos) prácticamente terminada, los indicios apuntan a que pueda ser el lugar de enterramiento de una familia y a que no existen edificaciones, puesto que se habrían encontrado ya piedras.

Así, hasta ayer por la mañana en este solar se habían hallado restos de al menos cinco enterramientos, y faltaba por confirmar un sexto, que se estima que pertenecen a la época romana del siglo IV y V después de Cristo. Se trata de tumbas distintas, ya que puede haber cuatro niños, tres de ellos enterrados en ánforas, como era la costumbre en la época, y uno que se enterró sin ella. Además, hay al menos un adulto enterrado bajo tejas.

Por otro lado, también se encontraron restos de la existencia de varias estructuras de combustión o lugares donde se había hecho fuego. El encargado de los trabajos, el arqueólogo y profesor de la Universidad de Alicante Jesús Moratalla, explicó que este último hallazgo es extraño en un lugar de estas características, puesto que indica que "se estaba haciendo fuego en un lugar donde no se quemaban cadáveres". Así, barajan que se utilizara en algún tipo de ceremonial.

La investigación arqueológica también ha servido para recuperar varios utensilios -como clavos, un cuenco y una tapadera- de unos 800 años antes, concretamente de los siglos IV y V antes de Cristo, pertenecientes al periodo ibero.

La segunda fase de los trabajos, comenzará en breve y consiste en una excavación manual para recuperar los restos.

Todos los objetos que se encuentren irán al museo municipal, mientras que los huesos serán antes estudiados en la Universidad de Alicante.