La afluencia a las playas de Santa Pola registró ayer, en el primer día de este largo puente, una afluencia moderada de gente. La mayoría aprovecharon los rayos de sol para recuperar algo del moreno del verano que ya ha quedado atrás. Los más valientes también se atrevieron a darse un chapuzón y meterse en el agua, sobre todo a partir del mediodía. No obstante, a juzgar por los aparcamientos libres junto a la playa, se trataba fundamentalmente de ciudadanos de la localidad y no llegados de fuera.