En este sentido, Grisolía ha afirmado que la carencia de almacenamiento del agua "supone no sólo una pérdida de este bien común, sino también una falta de oportunidades para reactivar la economía de la zona".

Asimismo, ha recordado que la institución consultiva emitió en 2007 un informe sobre el patrimonio hidráulico valenciano, en el que pedía a las administraciones la creación de un Plan Estratégico del Patrimonio Hidráulico Valenciano, con la finalidad de conservar las infraestructuras de riego y de distribución del agua, ya que forman parte de la cultura material del paisaje valenciano.

También hay que preservar, según destaca el órgano consultivo en el escrito, la cultura inmaterial generada a través del uso social del agua, como es el entramado jurídico que constituyen las ordenanzas y los reglamentos que posibilitan su utilización.