El Valle Trenzado pretende recuperar las huellas del tránsito peatonal anteriores a las obras de encauzamiento que en los años 70 sesgaron definitivamente la continuidad del barranco de Elche.
Proponemos un sistema flexible que permite adaptarse a las complejidades geográficas y administrativas que plantea el lugar, para hacerlo más accesible y multiplicar el uso público de las escarpadas laderas.
Un proceso participativo terminó de ajustar el sistema. Así surgieron los serpenteantes caminos que moldean las laderas, ofrecen recorridos más cómodos e incorporan el hecho de cruzar el rio a la continuidad del paseo. Los caminos flotantes sobre el hormigonado e intocable cauce se convierten en los héroes de esta reconquista.
El valle ha empezado ya a trenzarse, reduciéndose por ahora a mínimos infraestucturales que permitan con el tiempo el florecimiento de las actividades urbanas.