La estación Luceros es una intervención de gran implicación urbana. Un gran espacio en dos plantas y cinco accesos que sirve además como paso inferior entre los paseos Soto y Marvá.
La planta vestíbulo se dota de luz natural, vegetación, vistas sobre la fuente con su rumor de agua y dos locales de hostelería que la constituyen en un auténtico espacio público. Desde allí, amplias escaleras y un ascensor acristalado llevan cómodamente hasta el andén, veinte metros bajo la calle.