De cómo una casa puede estar cerrada y abierta a la vez...
En Novelda, una casa tímida y rotunda observa el devenir de la vida en la Glorieta. Su fachada blanca enrasa una piel metálica microperforada que confiere un aspecto aparentemente hermético y aporta la intimidad que precisan sus moradores. Tras ella, un gran porche exterior prolonga el salón frente al parque y proyecta la casa hacia el exterior. En el interior dos patios organizan el resto de la vivienda.