Cuando formas de financiación clásicas, como las subvenciones o los patrocinios, se encuentran en vías de extinción, es inevitable que broten nuevos modelos de negocio. Soluciones. Así, métodos que se basan en la financiación en masa como el crowdfunding, se asientan al abrigo del foro popular de Internet.

Su origen, antes del ciberespacio, podemos buscarlo en la figura del magnate de la prensa estadounidense, Joseph Pulitzer. Para recaudar fondos que permitieran montar la Estatua de la Libertad, lanzó una campaña de financiación en masa. Decía "ustedes aporten lo que puedan" y, a cambio, regalaba una réplica del monumento.

Se trata, al fin y al cabo, de encontrar el dinero necesario para sacar adelante un proyecto, a través de las aportaciones de los internautas. Una vía comunitaria de cofinanciación en la que, quien propone, introduce el juego, dentro del farragoso proceso de recabar financiación.

Con éste telón de fondo, surgieron en España en diciembre de 2010 Lánzanos y Verkami, dos plataformas que introducían el fenómeno importado de EE UU -la estadounidense Kickstarter es la web que dio el pelotazo-. En la actualidad, hay más de veinte plataformas de crowdfunding funcionando en España, pero siguen siendo Lánzanos y Verkami las más punteras.

Por poner un ejemplo reciente de la escena musical nacional con un éxito arrollador, gracias a ésta vía, el exmiembro de The Sunday Drivers, Jero Romero consiguió 10.500 euros en sólo 15 horas para autoeditar su primer trabajo en solitario.

La industria musical alicantina no se ha quedado a la zaga en éste reinventarse o morir. La solista Pilar Arejo o grupos tan dispares, como la banda de psicodelia pop Oh! Libia o los heavy metaleros Whirlwind Storm dan buena cuenta de ello.

En el caso de la cantante Pilar Arejo obtuvo la financiación para la producción de su nuevo álbum a través de una gira de conciertos y un proyecto de crowdfunding en Verkami. La campaña, en la que más de noventa mecenas hicieron su aportación económica, la capitaneó la empresa Asuntos Aleatorios.

Daniel Simón, experto en cultura, arte y creatividad, es quien atisbó que el proyecto podía ponerse en marcha a través del crowdfunding y quien planificó la exitosa campaña. "Arrancamos con una gira de conciertos, que sirvieron como altavoz, para acercar este nuevo modelo de financiación artística al público. La prensa, las redes sociales y, sobre todo, la ilusión colectiva, fueron el detonante para alcanzar lo que nos habíamos propuesto", relata Pilar.

Ahora, se muestra afortunada por la grabación durante dos meses del disco A Cielo Abierto en la isla de Cerdeña, bajo los mandos del productor italiano Maurizio Pinna en el Studio SoundRoom. "Una vez presentado en Alicante, viajaremos a Luxemburgo, Estrasburgo e Italia para encontrarnos con esas personas y entidades que también han apostado por este proyecto desde la distancia, a través del crowdfunding. Sólo tengo palabras de agradecimiento para aquellos que me han permitido soñar en voz alta", confiesa la joven cantante alicantina.

Por su parte, la banda de Heavy Metal Whirlwind Storm, usó como trampolín la plataforma Lánzanos. Como recompensa a los "financiadores", ofrecían desde aparecer en los créditos del disco, hasta obtener una grabación personalizada por parte de los miembros del grupo. Lo dicho, romper barreras ante todo. Desde luego, el vídeo -tierno, gamberro y con toma falsa incluida-, que lanzaron para solicitar las donaciones no tiene desperdicio. Tres meses después, el objetivo estaba cumplido.

En la actualidad, se encuentran inmersos en la fase final de la grabación de su segundo disco, Kingdom of Nonsense, que esperan esté terminado para principios de otoño. Desde Whirlwind Storm entienden que, dentro del proceso de recaudación, es esencial dejar muy claro en qué se va a invertir el dinero que se pide. La transparencia es también para Daniel Simón uno de los factores de éxito de un modelo del que asegura que "amplifica la posibilidad de conectar".

Si nos referimos al grupo Oh, Libia!, financiar su proyecto musical con el modelo de crowdfunding les llevó a emprender la grabación de su segundo disco, #2, vía Verkami. Fue a través de redes sociales, con vídeos del proceso y un sistema de recompensa con diferentes niveles con lo que consiguieron dar en el clavo.

"Es sorprendente y muy reconfortante encontrar el apoyo de un público que en muchos casos ni siquiera imaginas que pueda existir", recuerda J.T. Prewitt, líder de Oh, Libia!, quien avanza que, ahora, a las puertas del tercer disco, se vuelven a encontrar "al principio del camino".

Si tienes un proyecto, es hora de estrujarse el cerebro para ser creativo y conquistar. Por el otro, si te pica la curiosidad, entra en las plataformas de crowdfunding y embárcate en la aventura que más te llame.

Tiene recompensa hacer piña. Existe y funciona.