¿Pintar es para ti...?

Para empezar es una necesidad, además de un medio en el que transmitir emociones.

¿Cuándo supiste que el arte, la pintura, era tu camino?

No tengo recuerdos que no sean rodeados de pinturas y coloresÉ De hecho, me metí en algún lio por pintar donde no debía.

Pese a todo, decidiste ser artista, ¿te imaginas haciendo otra cosa que no tuviera que ver con el arte?

¡No! Necesito crear continuamente, a veces necesito experimentar en otras disciplinas. Pero el hecho creativo siempre está presente en el día a día de mi vida.

¿Qué experimentas cuando pintas?

Es como si sacaras todas las capas que tenemos las personas y te quedarás como verdaderamente eres. Es como encontrarte durante unas horas contigo mismo. No te debes a nadie. Sólo a ti y al lienzo que tienes delanteÉ Es una pasada. De hecho, tengo sensaciones raras cuando observo mis pinturas, ya que me da la sensación de que las ha pintado otra persona.

¿Qué misión crees que tiene el arte? ¿Crees que debe tener una misión?

Difícil pregunta y más difícil la respuesta. Sobre todo creo que el arte humaniza, complementa a la sociedad, hecha por patrones y autopistas de pensamiento en las que nos dicen lo que tenemos que pensar y casi nos obligan a defender a personas que no darían un euro por nosotros. Si privas a una sociedad del arte, la dejas sin creatividad, sin sentido crítico y pasaríamos a un "SOMA" del que sería difícil escapar.

El arte como idea, algo que detalla mi admirado Simón Marchán. ¿Quiénes son tus maestros?

Uff, incalculables, pero creo que es justo empezar por mis propios compañeros de carrera, que no debería empezar a nombrar por si me dejara a alguno, pero de ellos me fascina el trabajo de María Jesús González y Patricia Gómez, pero son dos entre muchos. También intento seguir la obra de artistas de la zona como Perceval Graells, Víctor Cámara, Álvaro Tamarit, Damià Díaz y muchos más. No seré nada original diciendo que por supuesto siempre está en mi cabecera algún libro de Pollock, Basquiat, Banksy, Picasso, Matisse, Modigliani, Chagall, Manolo Valdés, Tàpies, Barceló, Antonio López, etc, etc.

Formación. ¿Consideras necesaria la técnica o por el contrario todo vale?

Considero esencial la formación del artista y no sólo me refiero a la académica. Es importante compartir experiencias con otros artistas, críticos, historiadores, asumir críticas y escuchar consejos. La formación es diaria. Para mí es una oportunidad conocer de primera mano a un artista. Nunca lo he visto como un competidor, sino todo lo contrario, es como un aliado en una lucha difícil e idealista, que me puede ayudar a entender mejor la vida, ya que la plantea totalmente distinta a como la plasmo yo.

Durante mi carrera pictórica he intentado formarme ampliamente y experimentar con diferentes materiales y técnicas, trabajar durante largas etapas hasta sacar las conclusiones necesarias. De ahí han surgido las diferentes colecciones que he realizado.

Callejeando es el nombre de tu última serie, ¿se puede realmente aprender en la calle?

Hoy en día es una de mis principales fuentes. Si la gente fuera sensible a la cantidad de manifestaciones artísticas que se encuentra cuando camina por la calle, disfrutaría muchísimo más de la ciudad. Cualquier cartel publicitario tiene unos códigos artísticos, la arquitectura, grafitis, logos, la moda, etc. Todo tiene un sentido artístico y creativo.

¿Hacia dónde te gustaría que fuera tu pintura?

Ni idea, ni me lo planteo, ella manda. Nunca me planteo qué voy a pintar, simplemente empiezo a pintar, eso es lo mejor. Después de una temporada veo que mis pinturas van evolucionando. Si observamos los primeros trabajos de Callejeando éstos son más limpios y con una composición más nítida y clara. Los últimos tienen unos trazos más fuertes, donde la materia y el accidente -en muchos casos provocado- adquiere más protagonismo que la composición.

Durante los dos últimos años de producción, han empezado a aparecer en mis pinturas unos rostros de niñas tristes, consecuencia de los momentos pesimistas y hastío que vivimos. Estos rostros son la última colección de Niñas tristes. Esta colección surgió sin tener nada previsto, simplemente surgió. Por eso me es difícil hacer planes.

Esas Niñas tristes, que adquieren autonomía y protagonismo propio, ¿son el rostro de nuestra sociedad? ¿O piensas en esos niños que serán el fututo?

Son lo que siente la sociedad y lo que siento yo. Es desesperante ver cómo se deja de lado la formación y crecimiento personal de la gente y no pasa nada. Por otra parte, cuando imparto clases a mis alumnos no puedo evitar mirarlos a la cara y pensar en lo difícil que lo van a tener para poder ser lo que desean ser, y sé perfectamente que podrían ser ellos los que nos sacaran de ésta y no los van a dejar. Se tendrán que ir fuera a buscarse las castañas, y no precisamente por su afán aventurero. No nos podemos permitir perder esta generación de jóvenes, es una ruina cultural, social y moral.

También interpreto que pudieran ser la imagen del maltrato, de la desigualdad, males actuales inherentes al género...

Las niñas tristes se identifican con todo tipo de injusticia social. Creo que las niñas son "niñas" por alguna razón, y por supuesto la desigualdad de géneros es una de ellas, que sean "niñas" ya llevan intrínseca esa reivindicación.

Una de tus Niñas tristes ha sido la imagen del cartel de The Scottish Mental Health Art & Film Festival, en Edimburgo, ¿orgulloso, imagino?

Muy orgulloso y agradecido a la organización del evento por ver adecuada una de mis obras como imagen representativa del festival. Fue una sorpresa que el SMHAFF Festival me hiciera el encargo. Por otra parte, sabía que esta colección era del agrado de una de las comisarias y que cabía esa posibilidad.

¿Qué otros planes tienes para el futuro?

Por el momento tengo varias exposiciones concertadas en Bélgica y Alemania. También estoy cerrando otra en Argentina. Y para Edimburgo tengo varios proyectos abiertos, relacionados con las Niñas tristes. A mediados de enero, participo en una colectiva en la Parking Gallery, aquí en Alicante. También estoy de negociaciones con el Ayuntamiento de Alicante para exponer mi obra en una de sus principales salas.

Enhorabuena por todos tus logros. Progresas adecuadamente. Que tus proyectos se cumplan y sigas creciendo.