Sombras cuarteadas de neón es el segundo libro de poemas de Alicia García Núñez (Elche, 1981) tras el reciente La historia sin nosotras (2011). Anteriormente, la autora ya había publicado su obra en distintos volúmenes colectivos, así como en blogs, revistas literarias y en el Fanzine Fetiche. Además, es muy conocida en el ámbito provincial por su labor como gestora cultural, especialmente por haber creado y dirigido el Festival de Poesía Nosomostanraros, por el que recibió el Premio Tablas 2010.

Si "La historia sin nosotras" era un volumen misceláneo en el que Alicia García Núñez reunía una selección de su poesía, Sombras cuarteadas de neón da un paso más allá en la búsqueda de la voz poética y de la propia identidad. Este segundo poemario surge como un libro unitario, bien planificado y armado, que se divide en tres partes: "Sombras cuarteadas de neón", "Pagan Poetry" y "Declaración de amor, números y principios". De todas maneras, comparte con su primer volumen lírico más de un elemento, como ese diseño innovador -favorecido, en este caso, por su inclusión en la colección Cuadernos Caníbales de la editorial Cangrejo Pistolero y por las ilustraciones de David Gil- y la presencia de un tú en ocasiones lejano. Ahora bien, si hay una novedad que llama mucho la atención en Sombras cuarteadas de neón es la inclusión de una playlist o lista de reproducción en la que aparecen hasta un total de diecinueve canciones que acompañan a otros tantos poemas. No faltan en ella Björk, Radiohead o Joy Division, entre otros muchos. En realidad, la función de esta lista de canciones no es otra que la de ponerle banda sonora a buena parte de composiciones del libro.

Nada es convencional en Sombras cuarteadas de neón, empezando por el prólogo, a cargo de Meri Torras, que nos invita a aventurarnos por sus páginas. Hay en el volumen poemas con título, sin título, fragmentados, fragmentarios, traducidos al inglés... En la primera parte, "Sombras cuarteadas de neón", que consta de doce composiciones, la ausencia de luz inicial -"Toda la luz / es lo que falta // por donde pasas"- va dando paso, poco a poco, a las luces de la noche: "Las farolas dejándole paso / a la claridad real y la artificial / -el neón más alto y redentor- / matando penumbras, tomando edificios, / bancos, cuartos oscuros, / jugando a ser juez del nacimiento del mundo". Hacia el final de esta primera parte, aparecen dos de las mejores piezas del libro, la dedicada al poeta David González y la titulada Berghain Panorama Bar (Berlín Este), a la que pertenecen estos versos: "En la puerta del Infierno hay unas nike: / solo quien las calza desafió a la noche, / se hizo una capa con su velo / y se alió con Belcebú, aquella / rubia peligrosa y muy astuta".

La segunda parte, "Pagan Poetry", reúne nueve piezas, si bien la última está dividida, a su vez, en tres poemas. Casi todas las composiciones de esta parte ofrecen una afirmación del yo poético, que, al principio, se interroga acerca de su identidad: "¿Y si me empeño en algo / que no alcanzo a ser? / ¿Y si no soy poeta, / qué soy? / ¿Solo la reportera de voz rota? / ¿La que equivoca metas? / ¿La que no logra el deseo / sin demora?". Pronto llega la respuesta, en los versos finales de Sindicalista en la multi de la moda, "Nada es por nada, chata. / Todo, querida, tiene un precio. / El mío, creo, no es de tu talla", pero también en estos otros, de un poema posterior: "Espíritu inflamable ante quimeras: / soy la última amazona, urbanita / que perdió la única certeza".

Al final, las diez composiciones de la tercera parte, "Declaración de amor, números y principios", hacen honor a su título. Comienza con tres piezas breves, pequeños poemas amorosos que se basan en juegos de palabras: "Incluso aunque no lo quiera / y de punta a punta pueda doler (que duele) / a veces me da el punto / y me da por quererte en ese / preci(o)so instante". Ahora bien, me quedo, sin duda, con los dos últimos poemas de Sombras cuarteadas de neón, Mi etnia, una feroz -y merecida- crítica a Occidente, y unas Instrucciones de uso en las que invita al lector a intervenir sobre su obra: "completa..., escribe, toma notas, haz la lista de la compra en este espacio, escribe algo parecido a un poema malo, o uno bueno, haz un boceto, un dibujo. Déjalo en blanco. Ensúcialo". No se priven.