Lleva meses en las listas de éxitos. Lo han comprado casi doscientas mil personas. Con su curiosa portada y su original título, nos asalta desde los escaparates y los sitios más visibles de las librerías. Lo firma un guionista reconocido... Tras resistirme durante mucho tiempo, al final, sucumbí.

Esto es lo que narra Albert Espinosa (Barcelona, 1974) en Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven: cuando la pareja de Dani está a punto de abandonarlo, él pronuncia la que ha sido la frase mágica de la relación; pero esta vez no da resultado. Ella empieza a hacer las maletas, y él la observa mientras atiende la llamada telefónica de un padre angustiado por la desaparición de su hijo. Saltándose sus propias normas profesionales, Dani acepta el caso, y se embarca hacia Capri, la isla a la que huyó durante la infancia. El hilo principal se ve interrumpido por recuerdos del pasado, por las historias de quienes marcaron su vida (el señor Martín y George), y por reflexiones sobre "lo que realmente importa".

Con esos mimbres, Vázquez Montalbán hubiera generado una trepidante novela policiaca llena de crítica social; Belén Gopegui, un retrato cuidado que nos haría replantearnos nuestra existencia; Fernando Iwasaki, una hilarante visión de nuestros absurdos cotidianos, salpimentado con disimuladas notas eruditas... Lastimosamente, Espinosa solo nos ofrece el gusto pastoso de los libros de autoayuda, y los defectos más comunes de muchas obras supuestamente dirigidas a adolescentes: sencillez insultante, lectura rápida, lenguaje gris, intimismo mal entendido, brochazos sentimentaloides, personajes planos aunque pretendidamente extraordinarios, final forzado, estructura simple que se bifurca con guiños presuntamente cómplices, ideas más destinadas a complacer a una legión desengañada y fácilmente contentable que a construir un buen argumento. No en vano, está "dedicada a todos los que siguen queriendo ser diferentes y luchan contra aquellos que desean que seamos iguales..."

Espinosa es ingeniero de formación. Sin embargo, se ha dedicado a la televisión, al teatro y al cine en sus diversas facetas: guionista, actor, director... Su consagración llegó con el primer guion cinematográfico (Planta cuarta, 2003), basado en los tres cánceres que padeció durante la adolescencia. En las entrevistas, Espinosa destila optimismo: aunque le falte una pierna, un pulmón y parte del hígado, mantiene el buen humor. Tras el éxito de su libro de no ficción (El mundo amarillo, cien mil ejemplares vendidos, y traducción a varias lenguas), publicó la novela Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo (2010). Lástima que tanta energía y tanta alegría vital den unos resultados tan decepcionantes en Si tú me dices ven lo dejo todoÉ pero dime ven. Solo se me ocurre un motivo para aconsejarlo: intentar dilucidar qué le pasa a una sociedad que convierte en best-seller un libro tan melifluo.