El complicado proceso de descolonización que ha conocido el conflicto del Sáhara Occidental produce frutos de diversa naturaleza. Uno de estos frutos es el que ha dado origen a la generación de escritores e intelectuales, de origen saharaui, que se constituyeron como plataforma hace ahora seis años. Con la misión intelectual de dar a conocer al mundo su causa y reivindicarla a nivel internacional desde la literatura, a través del verso y la prosa, alejados del lenguaje y del panfleto político, nacía en el año 2005 de forma oficial y en un acto celebrado en Madrid la Generación de la Amistad.

Treinta seis años de exilio, unidos al espíritu de este grupo de escritores que, en los años setenta fueron los primeros jóvenes saharauis que pudieron llegar a acceder a las universidades públicas españolas de la época, han creado una generación de autores que tiene su particular marca de distinción en hacer uso de la lengua castellana en su escritura, idioma en el que se han educado y que es uno de los elementos vertebradores de la obra de estos escritores. El verso, con la poesía como arma intelectual, es el género más explotado en sus escritos, en los que abunda el verso libre, por ser un tipo de literatura muy accesible y que llega al lector. Junto a él, la prosa es el otro género literario que cultivan los poetas e intelectuales que componen la Generación de la Amistad, aprovechando para ello los recursos de la tierra saharaui que les vio nacer. En menor medida su producción literaria da cabida al ensayo. Confluye aquí, con su particular esencia, la primera generación de escritores saharauis, hombres y mujeres, que recibieron estudios superiores en las universidades públicas de la potencia y que, después de los años noventa, se unieron inspirados por la Generación de la Amistad surgida en el año 1927 en España. De ella han aprendido sus versos en los colegios en los que se educaron en la época de España y a la que quisieron homenajear tomando idéntico nombre para su grupo intelectual. Precisamente, es la amistad la gran propulsora de este grupo literario, la amistad que tienen los escritores saharauis con escritores españoles, con la sociedad española, con los hispanos en general y con los latinoamericanos, como pueblos que comparten con el saharaui el mismo legado que la metrópoli les legó a ellos: la lengua castellana.

Bahia Mahmud Awah, uno de los escritores fundadores de la Generación de la Amistad saharaui, gusta de definir al grupo como La generación de oro de los años setenta, por ser la primera que escribió literatura cantando la tierra, su paisaje, su cultura, sus pastores, sus bellas mujeres, y sus preocupaciones políticas en aquellos años, los primeros que escribieron sobre la poesía y la literatura en general, utilizando siempre recursos literarios que son de la tierra, como las dunas, como la acacia, etcétera.

Las colaboraciones son múltiples. El grupo trabaja con intelectuales españoles, con la plataforma de escritores por el Sáhara, con varias universidades públicas españolas. Tan manifiesto es el apoyo de escritores españoles como Gonzalo Moure, Antonio Polo o Ana Rosseti que algunos estuvieron con ellos en el mismo acto fundacional, momento que quedó plasmado en el manifiesto que firmaron los entonces presentes Mohamed Salem Abdelfatah Ebnu, Mohamed Ali Ali Salem, Limam Boicha, Ali Salem Iselmu Musa (Pirri), Bahia Mahamud Hamadi Awah, Zahra Hasnaui, Lehdia Dafa Mohamed, Chejdan Mahmud Liazid, Saleh Abdelahe, Luali Lehsan y Mohamidi Fakal-la. Es precisamente con el apoyo de todos estos movimientos culturales e intelectuales españoles como han podido acceder a otros países, llegando a conferenciar en el mundo universitario estadounidense y en los países del Norte de Europa, como es el caso de Reino Unido, Alemania o Suecia. A lugares tan distantes de su tierra natal han acudido para dar a conocer su literatura y explicar la situación del Sáhara Occidental de otra manera, que llegue al corazón, de otra forma que no está exenta del dolor, de la alegría, del exilio, de perder a la familia y de tantos otros temas de los que se hacen eco en sus letras. Muchos de estos poetas y literatos de la Generación de la Amistad escriben sobre sus alegrías, dolores, sentimientos, frustración, los pensamientos que albergan sobre la tierra, el refugio, los treinta y seis años de exilio que acumulan, evocan su infancia, a los compañeros que han dejado en los primeros años de guerra, los momentos que han vivido en la tierra cuando tenían su soberanía o simplemente, no conocer las playas, los montes y los valles que tiene su tierra y, a grosso modo, un cuadro que engloba la tierra, su historia y su geografía. Todas estas escenas, evocaciones, motivos, recursos y temas, abrigados por la defensa y divulgación de la causa saharaui y su cultura, cuenta ya con una producción material que suma la treintena de obras y que han visto la luz publicadas tanto por editoriales como por universidades. Esta es la generación que empuña la poesía, pues la poesía, como dijo Gabriel Celaya, "es un arma cargada de futuro".