Entre las numerosas edificaciones destinadas a nuevas viviendas, dos son las actuaciones más memorables, por cuanto respecta a la investigación formal y funcional. Ambas se deben al patrocinio de las administraciones públicas.

El IVVSA, con proyecto redactado por Bruno Sauer y Miguel Arraiz García en el año 2005, llevó a cabo 24 viviendas, locales y garajes en la calle de La Huerta. Se trata de un bloque alargado donde se aprecia la influencia de los principios del movimiento moderno, con las viviendas en disposición transversal y, como en las unidades de habitación corbuserianas, libera la ocupación de una parte del suelo de la parcela, al elevar uno de los edificios mediante una estructura metálica de contundente rotundidad visual y plástica.

Por su parte, Javier García-Solera Vera conserva la confianza en el papel del arquitecto como transformador social. Su actuación para Centro de día y viviendas tuteladas, llevados a cabo entre 2003-2005, incluye la realización de un jardín urbano. El bloque es muy alargado, con una planta, con repetición de las viviendas de programa mínimo. El conjunto, con el pronunciado saliente en toda la longitud, se despega liviano del terreno, que asciende en suave pendiente. Sin duda, el conjunto constituye una intervención muy bella y delicada.

A tenor de estas muestras importantes en la calidad de sus resultados, se aprecia como la iniciativa privada, en particular en actuaciones en el ensanche sur, logran una reconciliación colectiva, con realizaciones de cierta originalidad, con realizaciones de estimable sinceridad constructiva y arquitectónica, que no es poco en estos tiempos.