Un periódico que se limite a informar difícilmente logrará una cuota de público fiel. Y mucho menos ahora, que a través de un móvil cualquiera puede enterarse de cuanto ocurre de interés casi de inmediato. Difundir noticias sigue siendo la principal función de los diarios, pero insuficiente a no ser que aporte valores añadidos para hacerse un hueco ante tanta competencia feroz.

Como lector, si algo aprecio en un texto informativo es que vaya más allá del mero relato de la actualidad, que contextualice los hechos y ofrezca detalles claves para facilitar el análisis de lo sucedido. Eso sí, siempre que esa tarea se realice con rigor y veracidad sin intención de manipulación alguna, ni económica ni ideológica. Lo de la objetividad es otra cuestión, porque no existe en prensa y es normal. Nadie mira con los mismos ojos, ni enfoca en idéntica dirección. Tan sólo el criterio para ubicar un titular, o las palabras que se utilizan para definirlo ya implica tomar una decisión u otra.

Junto a la búsqueda activa de la noticia y el análisis de ésta, un tercer factor decisivo para despertar mi particular interés por una cabecera es el compromiso social. Un diario no puede ser entendido fuera del contexto humano y territorial en el que se sitúa. De ahí que sus funciones deban extenderse más allá de la comunicación de noticias, asumiendo un rol decisivo en la defensa de los intereses de la sociedad de su entorno.

INFORMACIÓN es el diario elegido por dos de cada tres lectores alicantinos. A lo largo de sus 75 años de historia, su cuota de mercado ha ido incrementándose progresivamente, convirtiéndose en el auténtico referente de la prensa de esta provincia. No cabe duda de que la calidad de sus profesionales ha tenido mucho que ver. Pero, independientemente, además su trayectoria se ha caracterizado por cumplir con todas esas funciones a las que me refería y que son necesarias para alcanzar y mantener el liderazgo en la extensa oferta actual de los «mass media».

Tengo claro por qué me gusta este periódico. Si una característica le define en mejor medida, indudablemente es su compromiso con la provincia de Alicante. Un compromiso que ha sabido expandir más allá de sus propios textos, tanto en su versión en papel como digital. La influencia del Club INFORMACIÓN en la cultura y opinión colectiva de la sociedad alicantina es igualmente destacable. Como también esa fiesta del «todo Alicante» que constituye, anualmente, la edición de los Importantes. Ejemplos evidentes de que no es posible concebir esta provincia sin INFORMACIÓN.

Es difícil que un alicantino no tenga su propia experiencia con el diario de nuestra provincia. Y un servidor no iba a ser menos. Me ha proporcionado una amplia visión de nuestras necesidades y potencialidades, como también de esas miserias que debemos solventar de puertas adentro. Por ello, si algo queda en mi particular recuerdo es, sin duda, la defensa constante que el periódico ha hecho en favor de unir intereses en una provincia tan heterogénea.

En ese compromiso al que ha sido fiel durante tantos años, destaco su firme defensa de la vertebración en el contexto provincial y autonómico. Cuando un periódico dispone de ediciones comarcales, evidencia que su discurso es coherente con su modo de actuar. Como no podía ser de otro modo, no hay comarca ni municipio alguno que no merezca la atención del periódico. La otra vertebración, la autonómica, también ha sido caballo de batalla habitual a lo largo de muchos años. Más allá de la queja provinciana, INFORMACIÓN ha sabido reclamar a Valencia sin por ello dejar de exigir una mayor implicación de todos los sectores presentes en la provincia. La política del llanto estéril y la queja permanente no ha sido característica de este diario, como tampoco la sumisión silenciosa al ostracismo del «cap i casal». Y ese punto intermedio -entre el alicantinismo esnobista y la subordinación humillante- aporta la necesaria cordura a una de las principales asignaturas pendientes que resta por solucionar en esta Comunitat.

Así pues, INFORMACIÓN ha demostrado que se moja por esta provincia y se ha convertido en una voz respetada en los distintos ámbitos de su tejido social. Los alicantinos seguimos necesitándolo. Por muchos años más.