"Que Cañadas sea consecuente con la última votación del PP en pleno en contra del Plan Especial del Aeródromo por considerarlo 'precipitado'". Esta es la primera exigencia que los vecinos de la urbanización Río Park de Mutxamel han trasladado al nuevo alcalde y para que quede constancia lo han hecho por escrito. Al mismo tiempo, han presentado una denuncia ante el Seprona de la Guardia Civil en la que alertan de los perjuicios que el aumento del tráfico aéreo en la zona les está causando e insisten en el daño ambiental que podrían estar causando las aguas residuales que genera la empresa de helicópteros Inaer -con sede en el aeródromo-, dado que en el complejo no existe red de alcantarillado. Por estas razones reclaman que se inicie una investigación "sobre las posibles irregularidades, si las hubiese por parte de Inaer y el Consistorio".

Tras insistir en que se trata de una actividad "que no cuenta con licencia definitiva" y carece de "medidas correctoras de seguridad y sonido", los propietarios que viven en los cientos de chalés de esta urbanización reiteran al alcalde que los trabajos que se desarrollan en los hangares de Inaer ubicados a escasos 140 metros de las viviendas -principalmente la prueba de potencia de motores de helicópteros- "provocan un ruido tal que a algunas personas les obliga a abandonar sus casas, bebés que rompen a llorar y dejan de comer, estudiantes que no se pueden concentrar y personas a las que les está originando distintos trastornos de salud".

En opinión de José Molina, vicepresidente de la Asociación de Vecinos de Río Park, "es muy difícil convivir con unas instalaciones que no te permiten estar en tu casa". Por esta razón, los propietarios reclaman que se reubiquen las instalaciones o bien se paralice la actividad hasta que no esté regularizada.

En el escrito remitido al Ayuntamiento recuerdan otras peticiones en las que han solicitado medidas para que se realicen sonometrías en las viviendas para controlar el ruido, sin ningún éxito. Por el contrario, los vecinos aseguran que el tráfico aéreo de avionetas, helicópteros y aviones privados se está incrementando y que estos "vuelan con total impunidad por encima de las viviendas" lo que ha provocado ya algún accidente.

El malestar de los residentes de Río Park no está dirigido sólo a su vecino Inaer. Se trata de una zona pendiente de planes urbanísticos que aún sigue gestionada por una Junta de Compensación -integrada por grandes y pequeños propietarios- de la que los vecinos quieren desvincularse definitivamente.