Los afectados por la planta de basuras de El Campello se han constituido en una asociación para defender mejor sus reclamaciones, y ayer realizaron su primera actuación. La Asociación de Vecinos Afectados por el Vertedero de Les Canyades presentó en el Ayuntamiento un escrito de queja por la que consideran una actuación desproporcionada de la Policía contra ellos en el pleno de investidura del pasado sábado. Y al mismo tiempo han solicitado a los cinco partidos de la oposición, que ahora tienen mayoría, una reunión para "intercambiar posturas de cara a posteriores actuaciones que nos lleven a mantener una unidad de criterio".

En cuanto al polémico desalojo, que los vecinos aseguran que fue por orden de la Policía y fuentes de este cuerpo niegan que fuera así, la asociación manifesta "nuestra más absoluta repulsa al desalojo llevado a cabo por la Policía Local".

Cuando se dio a conocer el resultado de la votación, que dejaba en manos del popular Juanjo Berenguer la vara de mando, una veintena de vecinos de la zona norte se levantaron y empezaron a pitar, acercándose dos agentes. Este medio no pudo comprobar si la Policía sólo les estaba calmando, como dicen desde el cuerpo, o desalojando, como afirman los vecinos.

En ese momento la candidata de Decido, Marita Carratalá, instó al presidente de la mesa de edad, Silvestre Pérez (EU), a que interviniera, preguntándole si había ordenado el desalojo. Pérez aclaró que no y pidió a los vecinos que si permanecían en la sala mantuvieran silencio, o de lo contrario se fueran por propia voluntad, dejando finalmente la sala.

En el escrito los vecinos explican que cuando se produjo el nombramiento, "frente a los aplausos, igualmente en el pleno ejercicio democrático a la libertad de expresión, se han escuchado igualmente silbidos de protesta por su nombramiento, circunstancia que ha determinado que dos agentes (...) amenazaran a los miembros de esta asociación con el desalojo, procediendo sin más dilación a sacar en volandas a más de uno de sus miembros, llegando inclusive a empujar a un menor (...), al tiempo que aducía que la reiteración de cualquier manifestación de protesta conllevaría la detención por alteración del orden público".

Agregan que el presidente de la mesa de edad no les llamó la atención en ningún momento y tampoco dio la orden a la Policía de desalojarlos, algo que ha confirmado Pérez, que ayer pidió explicaciones a Berenguer.

Por su parte el nuevo alcalde señaló por una parte que "en un pleno hay que mantener un mínimo de respeto por la institución", y por otra recordó además que "el presidente de la mesa era Silvestre Pérez, no yo".