El pulso del PP en Sant Joan d´Alacant, una de las agrupaciones populares más convulsas, se saldó con la imposición de una candidatura monocolor de aplastante mayoría campista. Manuel Aracil, que afronta sus terceros comicios como alcaldable después de dos intentonas sin éxito, incumplió los términos del acuerdo que le aupó como cabeza de lista –un reparto de cinco aspirantes por cada bando en los puestos de salida– y encrespó los ánimos de los partidarios de Joaquín Ripoll, borrados casi por completo de la lista popular en la localidad. La dirección regional del PP ratificó la candidatura remitida por Manuel Aracil, afín al bando campista.

En Mutxamel, por otra parte, finalmente, se cerró una candidatura del gusto del alcaldable Sebastián Cañadas, en la que apenas se aplicó un pequeño cambio pactado con Valencia. Esta era una de las poblaciones, afín a Ripoll, en la que los campistas no podían meter su propia cuota.