La familia Prytz a buen seguro que no sabía en lo que se convertiría en el siglo XXI su finca de Sant Joan, conocida como Casa Prytz o Buena Vista, pero dejaron un mensaje en una botella para recodar así su importante legado, que ha llegado casi 104 años después, justo cuando el inmueble ha pasado de estar en ruinas a albergar el Instituto de la Familia. Ayer se depositó una botella similar para inaugurar su rehabilitación, aunque quién sabe si alguien la encontrará algún día.

Un "afortunado" accidente registrado en 2002 fue el que a fin de cuentas ha conducido a descubrir este secreto sellado desde 1907 en el interior de un sillar, aunque en el manuscrito no haya más que referencias a la primera piedra de la obra y sus responsables, en 1907. Fue en 2002 cuando un camión dañó accidentalmente una de las pilastras de la portalada modernista de la entrada a la finca, que ha permanecido en ruinas hasta que en 2007 empezaron las obras de rehabilitación y adaptación de este inmueble por parte de la Diputación, según se explica en el libro que acaba de editar la institución provincial sobre la historia de esta finca.

Tras aquel siniestro y para evitar daños similares, se realizó el desmontaje y acopio de los elementos de cierre y pilastras centrales de la portalada, numerándolos para reponerlos cuando se restaurara el edificio, cuyo proyecto entonces estaba en preparación. Debido a ese accidente se descubrió que en uno de los asientos de las pilastras centrales de la puerta había una inscripción tallada que decía "construido mayo 1907", errata incluida. Era la "primera piedra", aunque aún no lo sabían.

La Diputación aprobó en 2006 su rehabilitación, en 2007 empezaron las obras y el 9 de septiembre del año pasado, ya en la recta final de la reforma, se produjo el descubrimiento. Estaban realizando trabajos preparatorios para la reposición de los elementos de la portalada en su lugar original y al retirar los restos de la argamasa del asiento de los sillares de las pilastras, en la cara superior de una de ellas, precisamente en la que ponía la fecha grabada, hallaron una tapa cerámica que sellaba una caja tallada en la piedra.

Al levantar el baldosín se encontró una botella de vidrio transparente, del tamaño de un tercio de litro (de unos 20 centímetros de altura), depositada en posición horizontal y convertida en una cápsula del tiempo. En su interior tenía un papel enrollado y un líquido acuoso, que ha permitido saber más sobre esta histórica finca.

La botella fue trasladada al Marq, donde sus restauradores extrajeron y desplegaron la hoja de papel. Se trataba de un par de trozos, del tamaño de una cuartilla doble, pero incompleta, con un manuscrito realizado sobre unas líneas horizontales, en el que se daba testimonio de la colocación de la primera piedra de la portalada. La botella y el manuscrito restaurado están expuestos en las instalaciones inauguradas ayer -el contenido del escrito se reproduce debajo de la imagen de la botella que ilustra esta información-.

Centenaria tradición

Siguiendo está tradición, el presidente de la Diputación José Joaquín Ripoll aprovechó ayer la finalización de la reforma de la Casa Prytz, donde ya funciona el Instituto Alicantino de la Familia Dr. Pedro Herrero, para depositar una botella con información sobre esta obra.

Con el proyecto, que ha superado los 3,7 millones, a cargo de la Diputación, Ripoll destacó que se ha conseguido un doble objetivo, ya que "por una parte recuperamos una edificación de alto valor histórico y patrimonial para la Diputación, origen de uno de los establecimientos provinciales relevantes del siglo XX como fue el Hospital Psiquiátrico y, por otra, establecemos una nueva sede" para el Instituto de la Familia. La casa y terrenos anexos de la familia Prytz fueron cedidos en 1933 a los ayuntamientos de Sant Joan y Alicante, donde se construyó el citado hospital.

Ripoll manifestó que "este nuevo establecimiento pretende configurar el Instituto de la Familia como un centro abierto, moderno y capaz de prepararnos para los cambios que se están produciendo en la familia y en las relaciones de los sistemas humanos".

Por su parte el alcalde Edmundo Seva, en un acto marcado por la gran afluencia de ediles y diputados de la comarca, destacó que con esta actuación "estamos recuperando el patrimonio de Sant Joan".

Además de la rehabilitación, la Diputación prevé iniciar a finales del próximo verano la urbanización de la calle Ramón de Campoamor, donde se ubica la Casa Prytz, con un presupuesto de 444.456 euros. Así mismo, la institución provincial está redactando el proyecto de restauración del jardín de Buena Vista, que podría iniciarse el próximo otoño con un presupuesto estimado de 200.000 euros.

Todo para seguir devolviendo a esta finca su esplendor, aunque nadie sabe qué será de ella dentro de un siglo, y si alguien hallará la botella de Ripoll. La carta está enviada.

Consultas, aulas y una biblioteca en 1.120 m2

La rehabilitación arrancó con la estabilización de las fachadas y elementos estructurales, dado el grave estado de conservación del edificio, que amenazaba ruina inminente. El objetivo final era restaurar y dotar al inmueble de una renovada estructura y de las instalaciones necesarias para el nuevo uso. La superficie ronda los 1.120 m2 distribuidos en cuatro plantas, y cuenta con un salón de actos, diferentes despachos, oficinas, consultas, salas de terapias de grupo, una amplia terraza con la reconstrucción de la pérgola original, biblioteca, sala de junta y un aula de formación.