Veintiún municipios de las comarcas de Els Ports y Alt Maestrat de Castellón llevarán a partir de la semana que viene sus basuras a Xixona al estar saturado el vertedero de Vilafranca, siempre que no haya un cambio de postura de última hora de la Generalitat.

El basurero donde llevan sus residuos 21 de 49 pueblos de la zona norte de la Comunidad está al 99,9 por ciento de su capacidad y la concesionaria (la Diputación) ha iniciado los preparativos para transferir sus residuos a otro vertedero, explicó a este diario el alcalde de Vilafranca, Óscar Tena.

Los 21 municipios de Castellón adelantarán su traslado la próxima semana, según Tena, y el nuevo destino acordado por el consorcio de la zona norte de la provincia (que agrupa a 49 localidades de las comarcas de Els Ports, Maestrat y parte de la Plana Alta) y por la Conselleria de Medio Ambiente es la planta de Piedra Negra de Xixona, una solución que será temporal, hasta que se ponga en marcha la planta de tratamiento y vertedero de Cervera a primeros de 2012.

Ante esta medida, el alcalde del municipio turronero, Ferran Verdú, avisó ayer de que el Ayuntamiento solicitará la próxima semana en el juzgado la suspensión cautelar de la resolución de la Generalitat, que autorizó la llegada de residuos procedentes de Castellón: "Vamos a cumplir con lo que marca la legislación, pero acudimos a la Justicia porque no estamos de acuerdo con esta decisión".

Además, avanzó que se efectuarán controles en la planta para evitar que sobrepase su capacidad. "Mantendremos el criterio de solidaridad con otros municipios mientras Piedra Negra pueda soportar la llegada de residuos, pero vamos a estar vigilantes y haremos controles", explicó el primer edil socialista.

Miles de toneladas

El Consell prevé aglutinar a final de año las basuras del norte de Castellón en una planta de transferencia de Benicarló y, desde allí, enviarlas a las instalaciones de Xixona. Piedra Negra cerró el año con 100.000 toneladas almacenadas, el 66 por ciento de su capacidad, y la Generalitat informó hace unas semanas que recibirá unas 50.000 toneladas al año de Castellón.

El Ayuntamiento tiene el apoyo de los empresarios turroneros, que consideran que la medida hace "mucho daño" a la imagen de la industria agroalimentaria. De hecho, hace un mes que el conseller de Industria, Vicente Rambla, anunció que en un plazo de quince días se celebraría una reunión con asistencia del conseller de Medio Ambiente, Juan Cotino, el presidente del Consejo Regulador del Turrón, José Enrique Garrigós, y el alcalde xixonenc para tratar el problema. No obstante, la cita se ha pospuesto para después de las fiestas de Navidad y ayer nadie se había puesto en contacto con el propio Verdú.

Perjuicios

Quien se ha movido entre dos aguas en este grave conflicto ha sido el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, que un día dijo que el envío de basuras a la cuna del turrón no generaba "perjuicios" y sí "beneficios económicos" y al día siguiente dio marcha atrás y resaltó que, "si por mí fuera y si yo fuera la autoridad medioambiental de esta Comunidad, no traería la basura a Xixona".

Cotino confía en que todo se resuelva "en un máximo de un año"

El vicepresidente tercero y conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, Juan Cotino, mostró ayer su confianza en que en "el plazo máximo de un año" esté resuelto el problema de las basuras que obliga a trasladar los residuos de unas comarcas y provincias de la Comunidad a otras.

A preguntas de los medios de comunicación sobre el envío de residuos de Castellón a partir del próximo lunes, Cotino detalló que la Generalitat "no pretende trasladar basuras" de unas zonas a otras de la Comunidad Valenciana.

Por ello, indicó que se trata de una medida que se adoptará hasta que "en un plazo máximo de un año" esté desarrollado el programa de plantas de tratamiento. EUROPA PRESS