La rapidez con la que se está propagando la plaga del picudo rojo en toda la provincia y, en concreto, en la comarca de l'Alacantí está haciendo estragos en las palmeras de San Vicente y empieza a tener consecuencias en las de Mutxamel. Ayer mismo, operarios de la Conselleria de Agricultura retiraron una palmera afectada por el mortífero insecto localizada en el parque público del Canyar de les Portelles, en pleno centro de Mutxamel.

El ejemplar, que ha sido trasladado a una planta para su trituración, había sido talado después de que el lunes los servicios de mantenimiento municipales detectaran la plaga. Tras aplicar un tratamiento fitosanitario procedieron a cortar la palmera y a envolverla en plásticos para evitar que se propagara el picudo rojo, según explicaron ayer fuentes municipales.

En el municipio existen alrededor de 580 palmeras en zonas municipales sobre las que el Ayuntamiento realiza periódicamente tratamientos preventivos.

El mayor peligro está, sin embargo, en las palmeras localizadas en parcelas de titularidad privada porque son los propietarios los que deben hacer frente al tratamiento. En este sentido, la concejal de Mantenimiento, Rosa Poveda, y la edil de Medio Ambiente, Loreto Martínez, alertan a los vecinos de la importancia de detectar posibles palmeras afectadas en terrenos de su propiedad. Además de aplicar a los ejemplares los productos adecuados para frenar su propagación, han de ponerse en contacto con la Conselleria de Agricultura para que proceda al traslado del ejemplar, en caso de que los efectos del picudo sean irreversibles y haya que cortar y triturar la palmera afectada.

El protocolo indica que es muy importante que la palmera afectada y talada esté tapada con un plástico hasta que sea retirada para evitar que el picudo adulto pueda propagarse.

San Vicente del Raspeig es uno de los municipios de la provincia donde más detecciones del picudo se han realizado, con más de sesenta puntos, según consta en un mapa de incidencias de la Conselleria de Agricultura. El Ayuntamiento tiene controlada hasta ahora la plaga en los parques y jardines públicos, pero el problema reside en los ejemplares situados en parcelas privadas.

El propietario de una de las palmeras infestadas, José Cifuentes, manifestaba ayer que hace un año ya detectó la presencia del insecto en su parcela, situada en la urbanización Girasoles y que, a pesar de las llamadas a la Generalitat y al Ayuntamiento, no ha recibido colaboración. A pesar de sus intentos por salvarla, el ejemplar está perdido. No sabiendo qué hacer con él, ayer la estuvo talando y optó por introducir los fragmentos en bolsas de plástico y tirarlos a la basura. Todo ello sin control de la Administración.

Desde el Ayuntamiento explican que los vecinos que detecten el picudo en su parcela pueden comunicarlo a través de la página web del Consistorio de San Vicente o directamente a la Conselleria de Agricultura en los números 660547327 o 900 532 000.

En este municipio son los dueños de las palmeras quienes deben poner los medios contra el picudo, a diferencia de localidades como Alicante o Elche, donde esta especie tiene especial protección. Por su parte, la Generalitat no ha respondido a las preguntas de este diario sobre el impacto de la plaga en San Vicente ni qué medidas se llevan a cabo para frenar el avance del picudo.

El picudo rojo es un insecto originario de las áreas tropicales del sudeste asiático que en los últimos 20 años se ha propagado con gran rapidez por la Comunidad Valenciana. Los expertos advierten de que se trata de un insecto muy difícil de detectar en estados incipientes, por lo que el daño suele ser irreversible.