Un informe del Instituto Nacional de Toxicología sobre las emisiones registradas durante once meses de la planta de residuos de Les Canyades, en El Campello, descarta que los malos olores sean dañinos para la salud de los residentes de la zona, que vienen denunciando desde hace año y medio episodios de hedores "insoportables" en El Poblet de Cala d'Or y su entorno.

Los valores de sulfuro de hidrógeno, amoniaco y compuestos orgánicos volátiles (mercaptanos) entre septiembre de 2009 y agosto de 2010 están muy por debajo de los límites legales por lo que este organismo, dependiente del Ministerio de Justicia, concluye que no deben afectar a la salud, pese a los vecinos denuncian que causan irritaciones, erupciones y problemas respiratorios, y han realizado manifestaciones para protestar por la situación que padecen.

El Instituto de Toxicología se basa en los estudios de calidad del aire elaborados en ese periodo de tiempo por la empresa de servicios medioambientales Labaqua, ambas acciones encargadas por el Ayuntamiento. A principios de año un informe del Instituto reveló que los valores registrados entre septiembre y octubre de 2009 no eran perjudiciales, y ahora, tras un seguimiento de casi un año, se confirma que los malos olores que genera el complejo no afectan a la salud, siempre según las muestras captadas en el estudio en diferentes puntos.

En las conclusiones del informe, al que ha tenido acceso este medio, se explica que "la primera manifestación de presencia de sulfuro de hidrógeno es a partir de 0,02-0,13 ppm (partes por millón) y consiste en un olor detectable a huevos podridos. Con niveles de 50-100 ppm aparecerían conjuntivitis ligera e irritación del árbol respiratorio. Los niveles de sulfuro de hidrógeno detectados en el núcleo de población El Poblet están por debajo de los máximo legales y por tanto no producen sintomatología". El valor más alto en las tres últimas campañas de mediciones (entre enero y agosto) es de 0,00704 ppm, lejos por tanto del 0,02 a partir del cual se manifiesta esta sustancia.

En cuanto al amoniaco, explica que su primera manifestación "aparece a partir de 53 ppm y consiste en olor detectable. Se produce irritación de ojos con una concentración de 698 ppm e irritación orofaríngea con 408 ppm". Concluye que esta sustancia tampoco puede producir efectos sobre la salud, ya que el nivel máximo detectado es de 0,00108 ppm, también muy lejos del 53 ppm de los primeros síntomas.

En cuanto a los mercaptanos, también están muy por debajo de los máximos permitidos. Por todo ello concluye que "los niveles de todas las sustancias estudiadas se encuentran por debajo del límite establecido del nivel ambiental según el Decreto 833/1975 y por tanto no deben producir sintomatología alguna que afecte a la salud".

La edil de Medio Ambiente, Elisabeth Basto, manifestó ayer su satisfacción por estos resultados, ya que "confirman que las emisiones no son nocivas para la salud. Es muy importante porque se trata de un estudio de casi un año y concluye que no pueden haber síntomas. Además, los estudios nos señalan cuándo hay algún problema en la planta, ya que los niveles aumentan, lo cual demuestra que son fiables".

Del mismo modo Basto señaló que la captación de las muestras, que dura 15 días, es la única fórmula posible para llevar a cabo el estudio sobre la calidad del aire, pese a que los vecinos han reclamado que sea continua.

Reunión con el Consorcio para pedir que pague 60.000 ? por los hedores

La próxima semana se reunirá el Consorcio de Basuras de la Zona XV, a la que da servicio la planta de El Campello y que engloba a este municipio y a las comarcas de las Marinas. En ese encuentro el Consistorio insistirá en la necesidad y obligación de que el Consorcio asuma el coste que para las arcas municipales están suponiendo las molestias por los malos olores del vertedero: más de 60.000 ?.

El Ayuntamiento ha encargado estudios olfatométricos, toxicométricos y otras acciones para tratar de aclarar la problemática de la planta, y considera que es el Consorcio quien debe pagar el coste ocasionado por las deficiencias iniciales del complejo. Los malos olores se han reducido con las obras puestas en marcha por la planta y que siguen adelante, según los estudios del Ayuntamiento, aunque los vecinos denuncian que no es así y el hedor persiste.