Un mes y medio después de la puesta en funcionamiento del nuevo servicio de recogida de residuos y limpieza viaria en Sant Joan d'Alacant, vecinos y oposición han mostrado su rechazo a la gestión de la empresa adjudicataria (FCC).

Las principales quejas se centran en la supresión de contenedores, de modo que los ciudadanos se ven obligados a desplazarse, en algunos casos hasta 250 metros, para depositar la basura. Así lo aseguraron ayer los presidentes de las asociaciones de vecinos de Salafranca, Finca Lloixa y Fabraquer, quienes consideran que la distribución de los contenedores es "malísima".

De hecho, se están dando casos de personas que, ante el desconocimiento de que la empresa ha puesto el contenedor en otro lugar o porque se niegan a llevar los residuos a la nueva ubicación, están tirando la basura donde estaban situados antes.

El presidente de Fabraquer, Ramón Núñez de Cela, aseguró que hay vecinos que tienen que desplazarse "hasta 200 metros para arriba y para abajo" por la noche por el camino de Marco. "Me han trasladado su preocupación porque la iluminación es escasa y es peligroso, no es lo mismo llevar la basura por esta carretera que por una calle en pleno centro de Sant Joan", añadió.

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Salafranca, María Dolores Ballester, resaltó que antes había diez contenedores y ahora son cinco, "de modo que no sé dónde está la mejoría en el servicio, si además hay que desplazarse a 200 metros".

El presidente de Urbanización Finca Lloixa, por su parte, indicó que antes dejaban las bolsas en la puertas de sus casas, ya que no había contenedores, y ahora "hay que desplazarse unos 80 metros para dejarlas, es más incómodo".

El concejal de Mantenimiento y Servicios, Baltasar Ortiz, que recordó que un contenedor actual equivale a tres de los anteriores, resaltó que ante "algunas situaciones puntuales", el inspector y un responsable de la empresa concesionaria están visitando "a cada vecino" de las zonas del extrarradio "que se han visto afectados".

De hecho, se están estudiando estos casos para resolverlos, "como ha sucedido en el Camino de Lloixa o en Sierra Maigmó, "donde se ha puesto un contenedor donde no estaba previsto".

Ortiz agradeció que el "90 por ciento" de los vecinos "han entendido la solución e hizo un llamamiento para que "todos comprendan los beneficios" de la nueva contrata.

El edil socialista afirmó que han comenzado las actuaciones policiales para atajar los actos incívicos y va a abrir expediente disciplinario a ciudadanos por depositar residuos en la vía pública, sancionable con hasta 30.000 euros de multa.

Desde la oposición, el portavoz del PP, Paco Burillo, aseguró que las "expectativas no se han cumplido", ya que la limpieza "sigue igual, no ha habido mejoras".

Coste de la contrata

Burillo mostró su "descontento" con el funcionamiento del servicio "dado el coste de la contrata" y, sobre la actuación de vecinos de tirar la basura donde antes había contenedores, explicó que "la gente está acostumbrada a unos hábitos, primero hay que informar a la ciudadanía para evitar estas actuaciones".

Mientras, el Bloc denunció la gestión municipal teniendo en cuenta que el PSOE "ha tenido más de nueve meses para preparar los efectivos e informar a la población".

El edil Xavier Sala explicó que el cambio de contenedores "ha provocado también el cambio de ubicación y, en algunos casos, la insuficiencia de depósitos nos ha hecho ver situaciones de montones de basura acumulada fuera del contenedor".

Aumento de sanciones y campaña de concienciación

El edil de Mantenimiento y Servicios anunció ayer que a partir de noviembre va a emprender una campaña de concienciación ciudadana sobre la limpieza viaria y la recogida de basura, aunque ya avanzó que hasta diciembre "no se comprobará el cambio absoluto" del nuevo servicio.

Además, va a solicitar la modificación de la ordenanza para aumentar las multas a aquellos ciudadanos que no recojan los excrementos de los perros y depositen las basuras en la vía pública y solares. "Se trata de coartar las conductas incívicas de los ciudadanos, que son una minoría pero perjudican a la mayoría", añadió Ortiz.