­

La planta de tratamiento de residuos de Les Canyades, en El Campello, se comprometió ayer a introducir dos nuevas medidas correctoras con el fin de minimizar los malos olores que desprende la instalación. Los responsables del recinto mantuvieron una reunión con la comisión técnica –integrada por vecinos, Ayuntamiento y el Consorcio responsable de la planta, entre otros– y aceptaron las dos recomendaciones que les hizo el Consistorio. La primera pasa por «cubrir los biofiltros y emitir en altura a través de chimeneas para antes del verano», mientras que la segunda consiste en «aumentar la cortina de desodorización química, colocando una doble cortina que abarque mayor superficie», según informaron ayer fuentes municipales.

La concejal de Medio Ambiente, Elisabeth Basto, visitó ayer las instalaciones de Les Canyades junto al alcalde, Juan Ramón Varó, y el resto de la comisión, y destacó que los malos olores se han ido reduciendo de forma paulatina desde octubre, cuando se pusieron en marcha otras 18 medidas correctoras. «La reunión de hoy (por ayer) ha sido enriquecedora. Satisfactoria será cuando llevemos 30 días sin olores», resumió.

La edil destacó que la delegación visitó ayer todas las instalaciones y comprobó de primera mano cómo funcionan: «Ha sido una visita extensa y hemos visto todas las etapas del proceso». Basto también adelantó que el Ayuntamiento ha solicitado un nuevo estudio olfatométrico de la zona para detectar cuáles son los puntos conflictivos. «A pesar de los buenos resultados obtenidos en la campaña de enero (cuando se realizó un informe que determinó que la calidad del aire era correcta), se solicita a Labaqua un nuevo estudio de la calidad del aire mediante captadores pasivos, que ha comenzado el 15 de marzo y durará 9 días. En esta campaña se volverán a estudiar amoniaco, sulfuro de hidrógeno y mercaptanos», agregó Basto. La concejal de Medio Ambiente avanzó que se han instalado dos nuevos puntos de captación que permitirán «ver la evolución de la calidad del aire» y compararla con los estudios anteriores.

Por su parte, un portavoz de los vecinos de la zona norte puso en duda que las medidas correctoras que ya se han llevado a cabo estén siendo eficientes y denunció que en los últimos días ha vuelto a haber malos olores. «Aquí huele muchísimo y no se puede estar. Hay días que la situación es insoportable y muchos vecinos han decidido irse a vivir a otro sitio, sobre todo los extranjeros», puntualizó. Este residente también puso en entredicho el emplazamiento en el que se ha ubicado la planta, dado que «se encuentra entre dos montañas y continuamente hay corrientes de viento». Este aire llega hasta la zona norte y penetra de lleno en las viviendas de los vecinos, según lamentó ayer este portavoz. «Vivimos en un estado de desconsuelo. Parece que no hay ninguna solución posible y que las medidas que se están adoptando no sirven prácticamente de nada», añadió. Y concluyó: «Queremos una solución definitiva y poder vivir como antes».

Un problema muy serio para el turismo

Los residentes de la zona norte de El Campello no sólo temen que el problema de los malos olores les afecte a ellos. Según denunciaron ayer, la polémica que se ha levantado en los últimos meses ha llegado ya a Europa (la Comisión Europea ha abierto una investigación tras las denuncias que ha recibido) y los ciudadanos creen que en caso de que persistan los olores, el turismo «habrá muerto» en la zona. «¿Quién va a querer venir a estas playas con el olor que hace?», se preguntan. Los residentes exigieron al Ayuntamiento y a la Generalitat que sigan trabajando para evitar las molestias y a la vez pidieron a ambos «más transparencia». «Queremos estar informados de lo que se está haciendo en la planta y confiamos en que nos den respuestas a por qué sigue habiendo olores pese a que ya se han puesto en práctica 18 medidas correctoras», concluyeron. A. F. EL CAMPELLO