En la plaza Fray Melchor Aracil, popularmente conocida como la placeta de la Presó por su proximidad a una antigua cárcel, alrededor de un centenar de vecinos fueron ayer testigos del homenaje a los supervivientes del bando Republicano de la Guerra Civil española. Entre los asistentes, familiares de aquellos xixonencs que "lucharon por la libertad y la democracia, y contra el silencio y las mentiras", según los definió la segunda teniente de alcalde, la socialista Isabel López.

La joven, arropada por otros miembros del PSOE, protagonizó uno de los discursos más emotivos de la mañana al recordar cómo su propio abuelo le narraba sus experiencias en la guerra y, al entrar en detalles, se silenciaba. "Entonces todos callaban y cambiaban de conversación. Hoy os pido que no olvidemos y no callemos porque las guerras sólo traen atrocidades", dijo. La edil socialista insistió en que en este homenaje "no cabe el rencor", aunque haya sido difícil asumirlo para quienes "vivieron las injusticias, y consiguieron ser valientes" a pesar de los hechos.

López también recalcó a los presentes que "puede que fuerais los perdedores de la guerra, pero habéis sido los ganadores de la vida", y tras desgarrar su voz en varias ocasiones por la emoción, pidió "paz y no más guerra", palabras con las que defendió el compromiso de no olvidar para que "no vuelva a repetirse una contienda así nunca más".

Por su parte, el portavoz de Esquerra Republicana -partido que promovió la moción aprobada en el Ayuntamiento, junto con PSOE y el portavoz del PP- Joan de Déu Martines, declaró en su comparecencia que "debemos recordar con orgullo a aquellas personas que combatieron el fascismo, siendo ejemplo de lucha y lealtad". Martines, sin embargo, fue crítico con la Ley de Memoria Histórica por considerarla "insuficiente", recalcó que "muchos debería pedir perdón" y que "todas las guerras son en realidad por dinero". El edil de Esquerra Republicana relató varias vivencias familiares y los fusilamientos en la Carrasqueta para insistir en el trato vejatorio sufrido por los presos y exiliados, pero declinó polemizar: "Es mejor no decir nombres, los hijos y los nietos no tienen culpa".

El portavoz del PP, José Juan Raymundo, intervino seguidamente para insistir en que debe rescatarse la verdad que "los ganadores se ocuparon de negar, distorsionar o silenciar". Para Raymundo, el único de los tres ediles municipales del PP en suscribir este reconocimiento, se rinde así tributo a los que "lucharon por la libertad", ensalzando especialmente la figura de las mujeres republicanas porque "fueron torturadas, encarceladas y exiliadas en viajes sin retorno". Tras tildarlas de "heroínas", el portavoz del PP, cerró su intervención con la lectura del poema de Miguel Hernández "El soldado internacional caído en España".

El último en tomar la palabra fue el alcalde, el socialista Ferrán Verdú, que destacó por su tono conciliador al enarbolar el "espíritu de reconciliación y la concordia de la transición". Verdú resumió la Ley de la Memoria Histórica en su intervención y aseguró que la principal razón de este homenaje estriba en que los niños recuerden lo que pasó en nuestro país "para no repetir la historia".

El acto concluyó con un emocionante descubrimiento de una placa homenaje por parte de tres longevos xixonencs, que fueron protagonistas de la Guerra Civil y que aún permanecen con vida.

EU, indignada al "negárseles" la palabra

La coordinadora comarcal de Esquerra Unida en L'Alacantí, María Ángeles Martínez, manifestó ayer su "indignación" por no haber podido intervenir en el homenaje pese a "haber sido convocados y representar al Partido Comunista Español, teniendo en cuenta que muchos de los que lucharon, sufrieron esa guerra y fueron exiliados militaban en él". Martínez, que no responsabiliza al PSOE sino a "otros" partidos, fue tajante en su valoración: "Nos han silenciado y aquí o cabemos todos o no cabe ni Dios". Desde EU aseveraron que ellos "nunca" le niegan la palabra "a nadie" en los actos "que organizamos" con motivo de la memoria histórica. Por su parte, el alcalde Ferrán Verdú restó importancia a los hechos asegurando que si hubiesen avisado "días antes, seguramente no habría habido ningún problema, pero el acto estaba organizado por el Ayuntamiento con un protocolo, y es una iniciativa municipal", a pesar de lo cual "entiendo su malestar y lo lamento".