Las plantas de tratamientos de residuos de la provincia podrían empezar a recibir en breve miles de toneladas de basura de Valencia. El presidente de la Entidad Metropolitana de Tratamiento de Residuos (Emtre) y concejal en el Ayuntamiento de Valencia, Ramón Isidro Sanchis, comunicó ayer a los representantes de los municipios del área metropolitana de la capital del Túria lo que era ya un secreto a voces al que faltaba confirmación oficial: el vertedero de Dos Aguas, en el que se ocultan las basuras de Valencia, tiene que cerrar en las próximas semanas -a lo sumo dentro de un mes- y es urgente, casi desesperado, dar una salida a las 45.000 toneladas mensuales de rechazos generados en las obsoletas instalaciones de Fervasa, en Quart-Aldaia.

Según fuentes consultadas por este diario, Ramón Isidro habría cifrado en "mes o mes y medio" el periodo en el que puede mantener operativo el actual vertedero de Dos Aguas y en "cuatro o cinco meses" el plazo mínimo durante el que las basuras del área metropolitana -todo lo que no se recupera- tendrá que ser trasladado a vertederos situados a más de 200 kilómetros.

De hecho, el vertedero de Dos Aguas no debería estar abierto. Lo dice una sentencia del Tribunal Supremo de 2008 que declara ilegal la licencia concedida por la Generalitat en 1995. Además, en mayo de 2007 la Conselleria de Medio Ambiente aseguró en un documento oficial que el plazo límite de funcionamiento del vertedero era el 30 de octubre de 2007, coincidiendo con su colmatación. Ayer, la basura de Valencia seguía llegando a Dos Aguas mientras el Emtre iniciaba los contactos con Villena, Xixona y El Campello, dentro de la Comunidad Valenciana, y con Jumilla, en Murcia, además de otros vertederos que se mantienen en secreto.

Las cifras

En caso de que finalmente se confirme la llegada de residuos valencianos a las plantas alicantinas, éstas terminarían por agotar su vida útil en muy pocos años. Las instalaciones de Piedra Negra, en Xixona, se inauguraron en 2003 con una capacidad anual de entre 110.00 y 140.000 toneladas, pero durante los últimos años han llegado a recibir hasta 242.399 toneladas (en 2007), según datos de la Conselleria de Medio Ambiente. En teoría, Piedra Negra sólo debería recibir residuos del Plan Zonal XIV, en el que está integrada la villa turronera y otros 35 municipios más, pero lo cierto es que en 2009, por ejemplo, llegaron hasta allí 37.182 toneladas del Plan Zonal XV (El Campello y las dos Marinas) y 15.762 de municipios del sur de Valencia.

En Villena, otra de las candidatas a albergar los desechos valencianos, la planta trató el pasado año 97.000 toneladas de residuos sólidos urbanos, de los que 27.000 procedían de municipios de interior de la provincia de Valencia, según aseguró a este periódico el director general de Vaersa -empresa que gestiona la instalación-, Felipe Espinosa. Las basuras llegaron hasta mayo de las áreas de Caudete de las Fuentes (más de 19.000 toneladas) y de Llíria (más de 7.000), "y desde entonces, la planta de Villena no ha tratado residuos de fuera de la provincia", afirma Espinosa.

Precisamente el director general de Vaersa visitaba ayer la planta de Villena para mostrársela a concejales del PSOE y Los Verdes que solicitaron información sobre la misma. Según Espinosa, "nunca hemos recibido residuos de Castellón, ni una bolsa de basura". Además, el responsable de la empresa explica que la instalación tiene una capacidad de tratamiento de unas 200.000 toneladas al año si se trabajara a tres turnos, por lo que "no se está recibiendo más basura de la que se puede tratar. De hecho estamos trabajando con un turno".

A la posible derivación de desperdicios de Valencia a los vertederos alicantinos se suma también la más que probable llegada de basura de Castellón. El conseller de Medio Ambiente, Juan Cotino, aseguró el pasado sábado que "Alicante no es un ente abstracto" y, por tanto, no puede oponerse a las decisiones que adopte el Consell. Cotino se refirió así a la negativa de los alcaldes de Xixona, Ferran Verdú (PSOE), y Villena, Celia Lledó (PP y afín a Ripoll), a que las instalaciones de sus términos municipales absorbieran desperdicios castellonenses.

Este diario se ha puesto en contacto con la Conselleria de Medio Ambiente para obtener las cantidades de residuos de Valencia y Castellón que se vertieron el pasado año en las plantas de tratamiento de la provincia, pero se negaron a facilitar los datos alegando que el tema compete a los consorcios de los planes zonales.