Cierre cautelar de forma inmediata de la planta de basuras de El Campello. Desde la Asociación de Vecinos Sector Norte reclamaron ayer esta medida tras conocer el informe del Institut d'Ecologia Litoral, que advierte de la existencia de vertidos contaminantes en el entorno del complejo que podrían ser los responsables de los malos olores.

Vecinos de la zona norte se volvieron a movilizar ayer para exigir al Ayuntamiento de El Campello que tome medidas drásticas para solucionar los malos olores que proceden del vertedero de Les Canyades. Medio centenar de residentes aprovecharon los actos del 9 d'Octubre para hacer patente su indignación y el sufrimiento por el que están pasando. Tras conocer a través de este medio el citado informe, que ha detectado la existencia de vertidos de lixiviados -agua contaminada- en el entorno del complejo, no dudan en reclamar que de forma inmediata se clausure la planta y no vuelva a ponerse en marcha hasta que se haya aclarado el origen de los olores y subsanado las deficiencias existentes.

Los vecinos volvieron a aparecer con mascarillas contra los olores y pancartas junto al alcalde y ediles que participaban en los actos del Día de la Comunidad Valenciana. El próximo lunes a las 19.00 horas han convocado otra protesta junto al Castillo, coincidiendo con el comienzo de la Entrada de Moros y Cristianos.

Este informe del Institut, cuyas muestras se tomaron el pasado 4 de septiembre, "pone de manifiesto la presencia de acumulación de lixiviados fuera de la balsa de almacenamiento, lo que supone un elevado riesgo medioambiental y denota un mal funcionamiento -que puede ser puntual- de las instalaciones diseñadas al efecto de recoger y almacenar estos lixiviados". Desde la firma que gestiona la planta, Fomento de Construcción y Contratas (FCC), se ha negado la existencia de vertidos, aunque desconocen el informe del Institut. Los lixiviados es el agua que se filtra por la basura acumulada en el vertedero y que sale contaminada. Este líquido se vierte en una balsa impermeabilizada para ser depurada, pero la depuradora aún no está acabada.

El complejo se puso en marcha en abril sin tres sistemas que evitarían los malos olores, con la condición de que se subsanaran estas deficiencias. Una era que carecía de biofiltros en la nave de compostaje, instalados en junio; otra era la carencia del sistema para captar y aprovechar el biogás -metano y dióxido de carbono-, fruto de la fermentación de la basura, que ya está en marcha aunque tardará en funcionar de forma óptima; y por último la instalación de la depuradora de lixiviados, que está en construcción. FCC asegura que a pesar de esta carencia no existe ningún peligro de vertido de lixiviados y que hasta febrero de 2010 tiene autorización para funcionar sin la depuradora.