La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Alicante ha decretado el archivo del caso de los cuatro monitores de El Campello que fueron imputados por presuntos abusos sexuales a niños del Colegio Público Rafael Altamira al considerar que "no existen indicios racionales de haberse perpetrado los hechos denunciados", como se recoge en el auto al que ha tenido acceso este diario. La juez estima que durante toda la investigación judicial, que arrancó en noviembre, no se ha hallado ninguna prueba contra ellos y recuerda que los abusos fueron descartados tanto por los psicólogos que atendieron a los menores como por las compañeras que trabajaban con los cuatro chicos en el servicio del comedor del centro escolar. Hace unos días llegó al juzgado la última prueba pendiente: el análisis de la ropa interior de una de las niñas en el que se concluye que no había restos orgánicos de ninguno de los jóvenes. Este dato ha sido definitivo para que la juez decidiera zanjar el caso.

La magistrada argumenta que tras la investigación no se ha encontrado ningún indicio de que los niños "fueran objeto de abusos sexuales por parte de los cuatro únicos monitores varones del comedor". Prosigue explicando que los reconocimientos médicos practicados a los menores y las exploraciones realizadas por los psicólogos "no aprecian existencia alguna de abuso sexual" en ninguno de los doce niños.

También hace referencia a las declaraciones que las monitoras que trabajaban junto a ellos en las labores del comedor prestaron en el juzgado. La juez considera que de esos testimonios se desprende "la práctica inexistencia de tiempo y lugar por parte de los imputados para cometer dichos abusos". Así, se reflejan en el auto algunas de las declaraciones que concluyen que no pudieron quedarse a solas con los niños en ningún lugar del colegio.

Por último, la magistrada destaca que el informe remitido al juzgado por los especialistas de Criminalística de la Guardia Civil descarta que hubiese semen o cualquier otro resto orgánico de los monitores en la ropa interior de una de las niñas. El retraso en recibir este análisis ha mantenido bloqueada la investigación durante meses, ya que era el último fleco pendiente después de que la jueza y posteriormente la Audiencia considerasen que no era necesario practicar más pruebas.

La magistrada concluye su escrito acordando el "sobreseimiento definitivo y archivo" del caso. Un cierre del asunto que deja claro que la juez no tiene dudas sobre la inocencia de los cuatro monitores.

Pese a la contundencia del archivo, los denunciantes recurrirán la decisión judicial, como anunció el letrado Luis Santamaría, quien consideró insuficientes las pruebas practicadas.

El archivo de la causa confirma la inocencia de los cuatro jóvenes, que en noviembre de 2008 se vieron envueltos en un caso que conmocionó a todo el país. Fue la denuncia de la familia de una niña de cinco años la que desató los arrestos, en una actuación de la Guardia Civil que despertó las quejas de algunos padres y profesores. Tras conocerse el caso, otras once familias se sumaron a las denuncias. Los jóvenes fueron puestos a disposición del juez y quedaron en libertad provisional arropados por numerosas personas que se concentraron durante varios días para proclamar su inocencia. Ahora, diez meses después, la juez considera probado que no se cometieron los abusos y ha puesto punto y final a la investigación.