La Asociación de Comerciantes de San Vicente del Raspeig y la Asociación Nou Mercat afirmaron ayer que no se oponen a la creación del mercadillo de frutas y verduras en el municipio, un servicio que desapareció hace 25 años.

No obstante, las dos organizaciones explicaron que a este mercado "se le debería exigir lo mismo" que al resto de comerciantes que desarrollan esta actividad en la localidad. En este sentido, se refieren a "las condiciones sanitarias, disponer de agua caliente, vitrinas de exposición y un largo etcétera necesario para que nuestros clientes compren con todas las garantías necesarias".

El mercadillo de frutas y verduras es una vieja reivindicación vecinal, aglutinada en una plataforma que recogió más de diez mil firmas y que se manifestó en junio reclamando su puesta en marcha.

La Asociación de Comerciantes y la Asociación Nou Mercat creen que, con los 47 establecimientos que hay en San Vicente de frutas y verduras y de precios diversos, "hay más que suficiente para abastecer a todo el municipio".

Este colectivo entiende que los vecinos que se encuentren en la zona de ubicación de dicho mercadillo pueden tener el "inconveniente del tema de olores, basuras y las condiciones de compra en verano, donde las temperaturas son tan altas que afectarían a este producto perecedero".

Por otra parte, las asociaciones alertan de que la puesta en marcha de dicho mercadillo destruiría varios puestos de trabajo en la localidad "porque muchos comercios se verían afectados y tendrían que cerrar o reducir su plantilla".

Por último, alegan que los puestos de este mercado "no pertenecen a gente de San Vicente, con lo cual no crean empleo y el dinero tampoco se queda en nuestra localidad, lo contrario de lo que pasa en nuestros comercios, los cuales pagan sus impuestos, iluminan nuestras calles con sus escaparates, limpian las aceras y, en definitiva, dan vida y servicio a sus ciudadanos durante seis días a la semana".