Xixona echó ayer el cierre a sus tradicionales fiestas de Moros y Cristianos. La villa turronera, engalanada para la ocasión desde la pasada semana, ha recreado durante los tres últimos días aquellas históricas batallas que protagonizaron el bando de la cruz y el de la media luna. Y ayer, como de costumbre en el último día de festejos, todo el protagonismo lo asumieron los cristianos, capitaneados en la presente edición por La Canyeta. Las cinco filaes cristianas recuperaron el castillo tras una vibrante batalla en la que no faltó la pólvora. El Alardo no dejó indiferente a nadie y cientos de personas abarrotaron las calles para presenciar de primera mano la espectacularidad de la contienda.

Pero eso fue por la tarde. Antes, a primera hora de la mañana, Xixona vivió con especial cariño uno de los actos más llamativos para el visitante: el Juicio Sumarísimo del Moro Traidor. Pasadas las 9.30 horas, las huestes de la media luna juzgaron a un traidor que había facilitado información a los cristianos sobre cómo invadir el castillo. Éste además renegó de Alá e hizo las confesiones al bando contrario por amor a una mujer. Cuatro miembros de los Marrocs condujeron al moro traidor por la avenida de la Constitución -uno de las principales viales de Xixona y epicentro de los actos festeros- y tras su ejecución se procedió a su entierro. La mañana se cerró con una misa en honor a San Sebastián, un desfile y el tradicional kabileo.

Ya por la tarde, los cristianos cumplieron el guión marcado y liberaron la ciudad ante la impotencia mora. El alzamiento de capitanes y abanderados de 2009, el desfile de capitanías y una procesión pusieron el colofón a los tres días grandes de los festejos. Hoy se cerrará oficialmente el programa de actos con una misa de acción de gracias (12 horas), una dansà por la avenida de la Constitución (20 horas) y con el lanzamiento de un castillo de fuegos artificiales (21.30 horas).

Un balance "muy positivo"

El alcalde de Xixona, Ferran Verdú, hizo ayer un balance "muy positivo" de los Moros y Cristianos. Afectado por la afonía tras 72 horas de fiestas, el primer edil quiso agradecer a todos los xixonencs su dedicación y su "excelente" comportamiento. "Por fortuna no ha habido ni un solo incidente y todo ha transcurrido con normalidad", dijo. Verdú también tuvo palabras de elogio para la nueva directiva de la Federación: "Ha aprobado con una nota muy alta".