Pilar Esteva es la directora del centro y muestra su preocupación, ya que "estamos totalmente desbordados, es una gran presión". Como resultado, se están utilizando todas las jaulas que tienen, incluso las de cuarentena y postoperatorio, a pesar de que éstas sólo se deberían usar en casos especiales.

La directora de la asociación destaca la importante ayuda que ofrecen algunos países del extranjero, ya que han adoptado a unos 350 perros, sobre todo a los pequeños y los galgos. El problema reside en los de mayor tamaño y los que ya han cumplido el año. Sin embargo, a pesar de la masificación "todos los animales disfrutan de muy buena calidad de vida; incluso adiestramos a los más agresivos para que no haya problemas".

Un pilar fundamental de la protectora son los voluntarios que dedican parte de su tiempo libre a colaborar tanto económicamente como en los cuidados a los animales. Pilar Esteva asegura que "no podríamos sobrevivir sin su ayuda".

Asoka recibe una única subvención de 7.000 euros a pesar de que sólo en un año han sido necesarios más de 60.000. Por eso invitan a la gente a "que luche por estos animales ya que es un acto muy gratificante".