L os vecinos de la barriada del Rodalet en San Vicente del Raspeig han vuelto a exigir que se cumpla el plan contra la inseguridad prometido por el PP y que, de momento, «no ha servido para nada», según denuncian. Portavoces de los residentes en la zona, la mayoría personas mayores que «padecen de los nervios a causa de las situaciones que tienen que ver día a día», han indicado que el tráfico de estupefacientes crece constantemente con lo que la barriada se ha convertido «en un auténtico supermercado de la droga en el que incluso se hacen turnos».

Los vecinos han denunciado que la ocupación ilegal de viviendas aumenta al mismo ritmo que crece la degradación de este entorno. «Somos el culo de la sartén y estamos hartos de esta situación», señala A.G.V., uno de los afectados por la situación de inseguridad en que vive.

Los residentes se plantean convocar una protesta ante el Ayuntamiento o cualquier otra situación que sirva para concienciar a los políticos de su día a día. «Las viviendas que dedican al tráfico de estupefacientes son búnquers y allí no para de haber trasiego de personas», añaden.

Los vecinos dicen que ni el concejal de Seguridad, Saturnino Álvarez, ni la alcaldesa, Luisa Pastor, les reciben para abordar este problema. Además señalan que la limpieza en la zona también deja mucho que desear, pese a que se incluyó esta petición en el plan integral previsto.

Respecto a todo ello, la alcaldesa, Luisa Pastor, indicó que se han hecho diversas actuaciones como el derribo de la finca La Fernandina, exigida por los vecinos. Sin embargo, puntualiza que la Policía Local poco puede hacer allí porque no es su competencia. Ésta corresponde a la Policía Nacional o la Guardia Civil, con lo que, según la alcaldesa es la subdelegación del gobierno la que debe actuar en esta área.