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ualquier turista que acceda a la Concatedral de San Nicolás desde la Rambla por la calle de San José contemplará una vista indigna de cualquier ciudad que cuide su cultura y patrimonio. En lugar de contemplar el monumento en todo su esplendor, lo que se percibe son los enormes paneles de dos restaurantes con los dibujos de una vaca y una abeja, así como los focos de un edificio. Entre unos y otros quitan todo el protagonismo al templo.

Ahora el Ayuntamiento quiere terminar con esta situación y está buscando un acuerdo con los dueños de los dos establecimientos. Pero, si no acceden a retirarlos, el Patronato de la Vivienda denunciará ambos locales y a otros más ante la Gerencia de Urbanismo para que abra expedientes sancionadores.

Gaspar Mayor, gerente del Patronato, relata que hace aproximadamente un año el Ayuntamiento ofreció a los propietarios de los dos establecimientos citados cambiarles de forma gratuita sus enormes paneles por otros que no impidan la visión de San Nicolás y que tengan un diseño más acorde con el diseño urbanístico del Casco Antiguo. "Entonces no quisimos sancionarles, a pesar de que carecen de licencia, porque no era ese el espíritu de la actuación. Pero no nos han contestado, de modo que se les ha reiterado el ofrecimiento un par de veces más porque tapan la vista de la cúpula y la puerta de la comunión de la Concatedral", apunta Mayor

Ahora el Patronato ha impulsado un último intento de acuerdo a través de la asociación de bares del Casco Antiguo, cuyo presidente va a intentar que estos hosteleros accedan a cambiar de una vez su cartelería por otra más discreta. "Si no lo hacen, presentaremos denuncia ante la Gerencia de Urbanismo ya que carecen de licencia", explica el responsable del Patronato de la Vivienda, quien indica que esta campaña no sólo afecta a los dos establecimientos de la calle de San José sino también a otros cinco o seis locales del barrio que tienen paneles y banderolas publicitarios excesivamente grandes sin permiso.

Información al turista

La señalización excesivamente grande de algunos negocios particulares del Casco Antiguo contrasta con la total falta de indicaciones respecto a la ubicación de monumentos, dotaciones, elementos patrimoniales y espacios públicos como el parque de la Ereta. Esta situación, agravada desde que se ejecutaron las obras de reurbanización de estas calles, ha sido denunciada en más de una ocasión por vecinos y comerciantes, que se ven obligados a menudo a convertirse en guías turísticos ante la desorientación de los visitantes.

Por este motivo, el concejal de Cultura, Miguel Valor, ha decidido impulsar conjuntamente con el Patronato Municipal de la Vivienda, cuya responsable es Isabel Fernández, un proyecto para señalizar desde los elementos más importantes, como la Basílica de Santa María o la propia Concatedral, hasta los organismos municipales.

El Ayuntamiento ha mantenido ya reuniones con colectivos como la asociaciones de Vecinos "La Cruz" del Casco Antiguo, la de comerciantes y artesanos, la de bares o Pro-Música Española, así como la Hermandad de Santa Cruz para que realicen sus aportaciones respecto a los elementos que consideran que deben señalizarse.

Siete monumentos

Según los datos que maneja actualmente el Patronato de la Vivienda -encargado del estudio-, está previsto señalizar siete monumentos, doce dotaciones culturales y cinco elementos patrimoniales como el tramo de muralla del Paseíto Ramiro o la Puerta Ferrisa, además de plazas o el parque de la Ereta. Los siete monumentos son Santa María, el Ayuntamiento, San Nicolás, el convento de las Monjas de la Sangre, las ermitas de San Roque y Santa Cruz y el Castillo de Santa Bárbara.

Un diseñador del Casco Antiguo ha recibido el cargo de los bocetos para estas señales indicativas.

Fuentes del Patronato explican que, además de la señalización vertical, en los monumentos también está previsto instalar unos totems donde se faciliten a los visitantes datos como la cronología o el estilo arquitectónico del edificio que tengan delante.