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l Cuerpo Nacional de Policía de Alicante inició ayer los trámites para proceder a la repatriación a Argelia de los seis inmigrantes rescatados a 80 millas de la costa alicantina tras sufrir una avería en la pequeña embarcación en la que navegaban. La Policía descartó ayer, tras examinar la patera y comprobar la identidad de los argelinos rescatados, que los tripulantes estuvieran implicados en una operación de transporte de droga. Miembros de Cruz Roja indicaron que los inmigrantes les comentaron que iniciaron su viaje en Argelia dos días antes, pero una avería en el motor de su embarcación, de 60 caballos y cuatro metros de eslora, les impidió seguir navegando.

Ante la Policía los inmigrantes no han querido dar detallas sobre su travesía y se han limitado a manifestar que sólo querían llegar "a tierra firme". El rescate de esta patera coincide con la llegada de otras cuatro a las costas murcianas, por lo que no se descarta que todas salieran juntas de la costa argelina.

El Grupo Operativo de Extranjeros verificó que los seis inmigrantes, de entre 20 y 35 años, no tenía antecedentes en España y les abrió los expedientes para proceder a su expulsión y hoy pasarán a disposición del juzgado de guardia, cuyo titular acordará probablemente su traslado al Centro de Internamiento de Extranjeros de Valencia. La repatriación deberá realizarse en el plazo de 40 días.

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernabé, aseguró ayer que el dispositivo de vigilancia marítima funciona "con total normalidad" y dijo que "lo que no hay que hacer es crear alarma". Bernabé insistió en que los inmigrantes serán repatriados "en los próximos días", como todos los que han arribado a las costas valencianas recientemente, y que "ya están de vuelta en sus países".

Preguntado por la posibilidad de que buques nodriza estén liberando a inmigrantes en pateras cerca de la costa alicantina, aclaró que "de momento, no se puede afirmar la existencia" de este tipo de embarcaciones. El delegado añadió que únicamente "se han divisado embarcaciones desde lejos de la costa y se les ha atendido [a sus ocupantes] desde el punto de vista humanitario", para "una vez en tierra, iniciar los trámites para su repatriación".

Por otro lado la Policía Nacional ha detenido a ocho subsaharianos integrantes de una organización dedicada a la falsificación de documentos con destino a inmigrantes que estaban en España ilegalmente, y que operaba en Madrid, Alicante, Málaga y Barcelona. Los ocho detenidos, dos de ellos apresados en Alicante, proporcionaban a los inmigrantes un "paquete" con diversa documentación falsificada, por el que pagaban entre 600 y 1.200 euros. Muchos de los receptores de estos documentos eran ciudadanos extranjeros que habían llegado a nuestro país en patera o cayuco. La Policía les acusa también de blanqueo.

El responsable de esta red delictiva, el ghanés Abubakari A., que cuenta con numerosos antecedentes policiales por falsificación de documentos, estafa y delitos contra la propiedad intelectual, ha sido detenido en Madrid.

Este individuo había instalado en su domicilio de la localidad madrileña de Móstoles un auténtico laboratorio clandestino en el que falsificaba tarjetas de residencia para extranjeros, certificados de Número de Identificación de Extranjeros (NIE); y certificados del número de asignación a la Seguridad Social.

Los documentos se remitían por correo a los interesados o eran entregados a otros miembros de la organización que los distribuían por distintas provincias españolas haciéndolos llegar a los inmigrantes irregulares, que pagaban entre 600 y 1.200 euros en mano o a través de transferencias a las cuentas que el ghanés tenía abiertas con identidades falsas.

Llegaron al Puerto en "perfecto estado de salud"

El barco de Salvamento Marítimo con los seis inmigrantes llegó a las cuatro de la madrugada de ayer al puerto de Alicante y todos los inmigrantes se encontraban "en perfecto estado de salud", según fuentes de Cruz Roja, cuyos voluntarios les prestaron asistencia. En la patera había chalecos salvavidas, comida, una linterna y una brújula, así como dos bidones, uno de ellos con combustible.