El número de gatos sigue aumentando y es una de grandes preocupaciones de los habitantes de Tabarca por los problemas higiénico-sanitarios que pueden acarrear al colarse en casas, cocinas, restaurantes y en cualquier rincón de la isla. El bando dictado por el Ayuntamiento de Alicante en el que prohibía a los turistas dar de comer a los felinos no ha sido de gran eficacia, pues a diario disfrutan de los manjares que se acumulan en los contenedores repletos. Más numerosa es la población de gaviotas, pero en invierno no resultan molestas. Sí lo son para los vecinos durante la época de cría en primavera, porque ponen los nidos sobre sus tejados y se vuelven agresivas hasta llegar a atacar a las personas cuando se sienten intimidadas.