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a dirección federal de Izquierda Unida celebró ayer una reunión de urgencia con la de Esquerra Unida para subsanar los problemas que, según IU, tenía el acuerdo notarial formalizado el lunes, mediante el cual se amplió la coalición entre EU e Izquierda Republicana a Izquierda Unida, en cumplimiento del acuerdo del consejo político. El administrador electoral de IU envió una carta al responsable de organización de EU, Ricardo Sixto, en la que alertaba sobre la pérdida de 7 millones de euros de la subvención por mailing si IU no alcanza el 5% y no logra formar grupo parlamentario.

Para ello, IU exigía que Esquerra Unida retirase el representante legal ante la Junta Electoral -el registrado para la marca Esquerra Unida i Republicana- y cambiase la atribución del escasamente un 1% de peso de IU en la coalición.

No hizo falta que la Junta Electoral Central les llamara. Ayer mismo dirigentes de Izquierda Unida y de Esquerra Unida acudieron a la Junta para modificar los términos legales de ese acuerdo y amarrar la suma de los votos a efectos de lograr el 5% y las subvenciones. Acordaron consensuar apoderados provinciales y enmarcarlo en una gran coalición que comprende todos los pactos de IU con sus respectivas federaciones, entre ellas Ezker Batua. De hecho, la Junta Electoral había advertido a IU que con el esquema de pactos elegido no se podían computar todos los sufragios cosechados por IU.