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as familias de diez municipios turísticos de la provincia sufren una presión fiscal "muy alta". Es decir, que al año pagan en tributos municipales cantidades muy por encima de la media nacional, según se desprende de un informe elaborado conjuntamente por las Universidades de Málaga y Granada. Estos municipios son Santa Pola, Benidorm, Xàbia, Dénia, Calpe, Pilar de la Horadada, Altea, El Campello, Torrevieja y Villajoyosa.

El caso más llamativo se da en Santa Pola. Una familia empadronada allí con dos hijos, en posesión de una vivienda con una superficie aproximada de cien metros cuadrados y un automóvil de gama media abona anualmente 496,09 euros en tributos. La media para una unidad familiar española de las mismas características es 278 euros. En resumen, 218 euros menos.

Junto a ella, la presión fiscal que soportan las otras nueve localidades costeras convierten a Alicante en la segunda provincia nacional con más municipios con impuestos elevados. Sólo Barcelona, con 16 localidades, se sitúa por delante. No obstante, la media general que abonan las familias de toda la provincia en tasas queda rebajada con el escaso gravamen de algunos municipios del interior. En Callosa de Segura se pagan 153,42 euros al año; en Crevillent, 221,04 e; en Villena, 225,63 e; en Petrer, 244,46 e; en Novelda, 247,11 e; y en Ibi, 253,18 e, por poner varios ejemplos. Todos ellos se sitúan por debajo de la media nacional y contrarrestan las "elevadas cifras" de las ciudades y pueblos costeros. En términos generales, un ciudadano alicantino paga una media de 330,82 euros al año en tributos. Esta cifra sitúa a la provincia como la séptima con mayor presión fiscal de todo el país, únicamente por detrás de las cuatro demarcaciones de Cataluña, León y Castellón de la Plana.

Cinco factores

El informe determina cinco factores que marcan la presión fiscal. El primero, la población. "Se observa que la variable número de habitantes censados en el municipio guarda una relación positiva con el indicador presión fiscal, lo que expresa que cuanto mayor tamaño poblacional tiene un Ayuntamiento, mayor es, también, la cuantía de impuestos que, por término medio, pagan sus habitantes al mismo", explicita el informe.

Sus autores, los profesores Daniel Carrasco, Andrés Navarro y Dionisio Buendía explican además por qué en las localidades bañadas por el Mediterráneo se paga más. "Observamos que la mayoría de los municipios que se sitúan en cabeza presentan la peculiaridad de ser municipios eminentemente turísticos, lo que, a nuestro juicio, respondería a la existencia de una importante población flotante que, si bien paga impuestos, no se encuentra empadronada en el municipio, lo que hace que el indicador de presión fiscal municipal utilizado se dispare", apuntan.

El segundo factor hace referencia al índice de envejecimiento -porcentaje de personas mayores de 65 años que residen en una determinado territorio-. En Alicante éste se sitúa en el 16,71%, según los últimos datos del INE. Es decir, una cifra baja si se compara con otras provincias españolas. De ahí que el gravamen sea tan elevado. "Para la inmensa mayoría de los ayuntamientos españoles, la relación entre el índice de envejecimiento de la población y el indicador de presión fiscal es inversa, es decir, que los municipios con mayor grado de envejecimiento coinciden con aquéllos cuyos habitantes soportan menor presión fiscal". Otra de las variables es la capacidad económica del Ayuntamiento: "Para la generalidad de municipios, aquellos con mayor nivel económico -la renta familiar disponible por habitante-, presentan una mayor presión fiscal sobre sus ciudadanos". Y, por último, la autonomía financiera del Ayuntamiento y la tasa de paro también determinan la presión fiscal.