L a sociedad Avant, integrada por el Ayuntamiento, la Generalitat y el Ministerio de Fomento para gestionar el soterramiento en Alicante, sostiene que la mejor solución para cubrir el sobrecoste del proyecto, que se ha multiplicado por dos en cuatro años debido al retraso en la obra, es incrementar la edificación en los terrenos que se liberarán y financiar la operación con las plusvalías, aunque propone rebajar la altura de las dos torres que propone el Ayuntamiento con 60 plantas construyendo cuatro torres de 35 plantas.

El director de Avant, Miguel Garulo, explicó en la mesa redonda «Nuevas propuestas urbanísticas para el soterramiento» celebrada en el Club INFORMACION, que cuando las tres administraciones firmaron el convenio de este proyecto, en mayo de 2003, Fomento se comprometió a aportar 70 millones de euros, por 49 la Generalitat mientras otros 115 millones se obtendrían de las plusvalías de la venta de los terrenos liberados incluyendo el suelo y los costes de urbanización. El Ayuntamiento no aportaría nada. Sin embargo, «los cálculos han quedado desfasados por el paso del tiempo, por el incremento de los costes de financiación y porque los costes ferroviarios

La solución pasaría por el incremento de la contribución económica de las administraciones, algo que Garulo ve complicado porque «difícilmente el Ayuntamiento podrá aportar 50 millones de euros, y la Generalitat y Fomento serían remisos a poner otros 110 millones», dado que en el caso del grupo ministerial tienen otras 19 sociedades equivalentes en España con otras tantas ciudades pendientes del AVE. Llegados a este punto, Avant ve como única solución incrementar la edificabilidad inicial en los terrenos liberados aprovechando que Alicante, afirmó, tiene una de las densidades más bajas en este aspecto. En este sentido, habló de la construcción a dos kilómetros de la futura estación del AVE, junto a la zona verde y dando fachada a la Vía Parque, de grandes elementos de vivienda y área comercial que den vida a esa parte de la ciudad «y que equilibre el gran contenedor que será la estación». Una opción son las dos torres de pisos de 180 metros de altura que propone el Ayuntamiento pero Avant propone «en lugar de dos torres grandes de 60 plantas, cuatro o cinco de treinta o treinta y cinco plantas repartidas por la zona prevista y en el límite de la Florida».

Estas torres además solucionarían uno de los problemas del proyecto que Garulo planteó durante el debate, que afectaría a la mitad oeste de la ordenación, en la zona entre el puente rojo y la Vía Parque, que en el plan inicial incluía un gran parque sin referente residencial importante. «Y un parque sin ojos que lo vigilen desde las cocinas de las casas se convertirá rápidamente en un territorio abonado al vandalismo».

Al director de Avant solucionar ese problema le parece más importante que el hecho de que Alicante vaya a perder cierta hegemonía ferroviaria - fue la primera capital en tener conexión directa con Madrid - porque las conexiones del AVE con Elche y Murcia ya no llegarán a nuestra ciudad - se desviarán en Monforte - , lo mismo que ocurrirá con Benidorm.

En el acto también intervino el coordinador de la Plataforma Renfe, Joaquín López, quien dijo que el colectivo al que representa no entra en el juego de si torres sí o torres no, «aunque abrirán la veda en la ciudad para la edificación en altura en el Rico Pérez. Es la sociedad alicantina la que debe decidir si quiere o no rascacielos. Lo que defendemos es un gran parque de continuidad con la máxima zona verde». La Plataforma se pregunta por qué el presidente de la Generalitat nunca habla sobre el soterramiento y exigió un programas de plazos sobre el inicio y fin de las obras.