M argaritas amarillas y blancas, crisantemos, liliums pero sobre todo claveles rojos. Triunfaron ayer y fueron los más vendidos al menos en la floristería Las Rosas, situada frente a la puerta principal del cementerio municipal, un hervidero de alicantinos de todas las edades que acudían a recordar a sus parientes y amigos fallecidos desde primera hora de la mañana y que superaron las 50.000 personas según cálculos de la Policía Local.

La mayoría de las floristerías de la zona hacen en el día de Todos los Santos y vísperas un 70% de las ventas de todo el año porque a lo largo de toda esta semana son unas cien mil las personas que van al cementerio y según explicaba el encargado de una de ellas la mayoría opta por centros ya preparados con las flores tradicionales que permiten al visitante depositarlo en la tumba o el nicho de una forma más rápida. Triunfan las naturales y algunos buscan especies más exóticas, como las flores del paraíso o unas coles de colores que vienen de Holanda. Del país de los tulipanes llegan a Alicante muchas flores para vender estos días, sobre todo margaritas, y los claveles, de Colombia, más baratos que los nacionales. Aunque hay para todos los bolsillos, desde el gladiolo a un euro a los centros de rosas colombianas a 150 euros encargados por algunos clientes pasando por los ramos de claveles, que costaban entre 4 y 6 euros. Algunas personas se quejaron de la subida de precios de las flores en estas fechas.

El buen tiempo acompañó ayer y desde las 6.30 de la mañana había alicantinos esperando la apertura de las puertas del camposanto para evitar las aglomeraciones y poder aprovechar el día soleado en la playa o el campo. Cada hora llegaban más de mil vehículos, según la Policía Local, al entorno del cementerio y los autobuses especiales desde la plaza de España iban repletos de público. Pese a lo denso de la circulación, la apertura de un nuevo espacio de aparcamiento - había cinco en total en distintas zonas con una superficie disponible - ayudó a aligerar las retenciones. Algunos aprovecharon la llegada de familias enteras para vender décimos de lotería de Navidad y cupones de la ONCE. «Me quedan el ramo y la corona», gritaba uno de los vendedores. Otros pedían limosna. Miles de tumbas y nichos se llenaron de flores ayer en el cementerio, y también la estatua a la patrona de la ciudad, la Virgen del Remedio, lo mismo que el lugar donde descansa el pintor Gastón Castelló

Alrededor de treinta policías locales regularon el tráfico en las entradas y en los cruces, dentro de un dispositivo de 136 agentes en distintos turnos y en toda la ciudad. También se reforzó la limpieza con cinco peones más para ir recogiendo y vaciando las papeleras llenas de las flores estropeadas de anteriores visitas. En muchos puntos del camposanto se apreciaban calles recién reasfaltadas - 4.000 metros cuadrados - aunque algunos alicantinos que acuden de forma asidua durante el año y no sólo el día de Todos los Santos afirmaban que el lavado de cara se hace en estas fechas y que se descuida el resto.

La afluencia bajó considerablemente desde las 17 horas.