Todo empezó al abrir una cajetilla de tabaco y observar que los cigarrillos estaban tan resecos que prácticamente se deshacían entre los dedos. El abogado Antonio Antón se preguntó por qué los paquetes de tabaco no llevaban fecha de caducidad y trasladó la cuestión a la estanquera que solo pudo responderle que todavía tenía cajetillas de promociones antiguas (de las famosas millas); y que tampoco en ésas se indicaba el periodo límite de consumo.

Antonio Antón comentó esta circunstancia con el letrado Juan Fernández Requena. Y empezaron a interesarse y recabar información. En el departamento de Química de la Escuela de Ingenieros Agrícolas les indicaron que el tabaco debería de tener fecha de caducidad. Varios amigos les proporcionaron cajetillas traidas de Brasil, Armenia, Colombia y Venezuela y todas llevaban estampada la fecha límite de consumo.

Y a partir de ahí los dos abogados comenzaron a presentar escritos en varias instancias: Defensor del Pueblo, las cuatro empresas tabaqueras más importantes (British American Tobacco, Philip Morris, Altadis y J. P. Internacional);, Ministerio de Sanidad y Conselleria de Sanidad. La pregunta era siempre la misma: ¿Por qué el tabaco no lleva fecha de caducidad si la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios (26/84); lo establece en el apartado $27e$27 del artículo 13.1

El 14 de febrero de este año, los dos letrados iniciaron el procedimiento administrativo ante el Ministerio y la Conselleria. Tras el silencio de la Administración, los abogados presentaron una demanda contenciosa en la Audiencia Nacional «por la inactividad de la Administración de no contestar en plazo en relación a la obligación contraída de no exigir la inclusión de la fecha de caducidad en los paquetes de tabaco», según declaró Fernández Requena.

El letrado informó que el año pasado fueron recibidos por el Ministerio, «no nos dijeron ni que sí ni que no (respecto a la obligatoriedad de incluir la fecha de caducidad);, nos indicaron que era competencia de Consumo, con lo cual lo único que querían era pasarse la pelota», agregó el demandante.