Institutos de Elche y Alicante ultiman un prototipo con IA para facilitar la comunicación a personas con trastornos en el habla

Setenta usuarios de asociaciones de la provincia con dificultades para interactuar se implican en el proyecto LARA impulsado por dos centros de Formación Profesional

Trabajo con captura de voz de una usuaria con dificultades de habla

Trabajo con captura de voz de una usuaria con dificultades de habla / INFORMACIÓN

A. Fajardo

A. Fajardo

Ser el altavoz de personas con dificultades en el habla para que puedan comunicarse de manera autónoma ha unido a tres institutos de Elche y Alicante que imparten Formación Profesional (FP) para desarrollar una aplicación en la que la inteligencia artificial ayuda a hacer magia. Sin embargo, para los impulsores del proyecto LARA, el IES Severo Ochoa, el Victoria Kent, ambos de Elche, junto al Gran Vía de Alicante, lo verdaderamente mágico de esta iniciativa es el aprendizaje que más de un centenar de alumnos se están llevando de cada uno de los usuarios, la mayoría, personas dependientes, que están participando en el programa. 

Y es que asociaciones de toda la provincia se están volcando con la iniciativa y ya son 70 los usuarios que se han prestado para grabar sus voces, con la esperanza de poder tener una vida más fácil gracias a la aplicación que se está desarrollando.

Bajo el lema de «comunicarse es un derecho y no un privilegio», la meta es crear una aplicación inclusiva para personas con dependencia porque los sistemas actuales que tienen los móviles o los ordenadores solo funcionan si la voz tiene una dicción correcta, la principal dificultad de los colectivos con los que se está trabajando porque presentan trastornos en el habla o problemas de comunicación.

Para que sus voces puedan ser reconocidas y después interpretadas, los institutos se están encargando de «entrenar» un modelo de inteligencia artificial con grabaciones de esas personas que han podido sufrir un ictus, tienen una parálisis cerebral o una discapacidad. 

«Tenemos voces de personas desde los seis a los ochenta años con diferentes dolencias o patologías, que pronuncian frases de distinta dificultad para que se reconozcan los fonemas, desde nombres propios, localismos a frases cotidianas», explican Aitor Medrano, docente en el curso de especialización en Inteligencia Artificial y Big Data, en el IES Severo Ochoa; Ricardo Brotons, docente en el ciclo superior de Mediación Comunicativa del Victoria Kent y Emma Sancho profesora del ciclo medio de Atención a Personas en Situación de Dependencia del instituto Gran Vía.

Foto grupal del alumnado y profesorado implicado en el proyecto LARA

Foto grupal del alumnado y profesorado implicado en el proyecto LARA / INFORMACIÓN

Con ello, una vez «entrenada» a la inteligencia artificial con el mayor número de datos posibles y mediante diferentes técnicas informáticas, la idea es que la aplicación permita transcribir texto o incluso crear audios sobre lo que estas personas están queriendo decir realmente. 

 «Ayudar a colectivos invisibilizados y aportar un valor a la sociedad apoyándonos en las bondades que tiene la IA es el gran objetivo», explican los profesores que dirigen este proyecto respaldado por la Conselleria de Educación para fomentar actuaciones de carácter innovador, experimental y formativo en FP, promoviendo la innovación en la práctica docente así como las relaciones entre los centros educativos de FP y las empresas. Tras dos cursos de intenso trabajo, el proyecto se encuentra ya en su fase final. 

Colectivos

Desde entonces se han involucrado en el programa Adipsi (Asociación de Personas con Diversidad Funcional Cognitiva), Aspanias (Organización de ayuda y servicios para personas con discapacidad), el centro ocupacional Maigmó, la Asociación de Paralíticos Cerebrales de Alicante (APCA), Fundación Estima San Rafael, el colegio público de Educación Especial Tamarit de Elche, la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental Grave de la provincia (Asfeme), la asociación Párkinson Elche. También colaboran en el desarrollo del software y soluciones que integran la IA empresas como Teralco; Tilúa participa en el asesoramiento personal mediante terapia ocupacional y el experto en derecho digital y protección de datos José Barragán.

De este modo, el alumnado de cada familia profesional tienen las tareas repartidas, en función de la especialidad que estudian, disciplinas que ninguna tiene que ver con la otra pero que han demostrado que juntas pueden hacer mucho por mejorar el día a día de personas con dificultades. Una lección que también quieren dar sobre el uso de la inteligencia artificial desde el compromiso, la responsabilidad, la ética y en contra de las teorías de que la IA sustituirá a las personas.

La web del proyecto LARA donde hacen las capturas de voz

La web del proyecto LARA donde hacen las capturas de voz / Áxel Álvarez

Edades diversas

Los estudiantes que se han inmerso en este proyecto de investigación tienen edades variadas, desde los 16 que cursan un grado medio hasta los 40 años de los alumnos de un ciclo superior o de un curso de especialización. Tienen cometidos distintos: se encargan desde visitar las asociaciones para presentarles el proyecto, de recoger el consentimiento de los usuarios, de realizar capturas de las voces con la opción de registrarlas también en valenciano, hasta el trabajo informático posterior con la IA.

«Es un proceso que nos ha generado mucha empatía y ha despertado una sensibilización muy importante para ayudar a estas personas a comunicarse de forma autónoma», explica la docente del Gran Vía de Alicante, quien admite que el fin último de este proyecto que, está impulsado por alumnos de Formación Profesional y no por empresas especializadas, «ya no es tanto el resultado que se pueda obtener, sino todo el proceso de sinergias y de aprendizaje que obtenemos tanto los profesores como los estudiantes».

Próximo objetivo: dar el salto a otras comunidades

El proyecto de investigación, que surgió al ver a una alumna del IES Severo Ochoa que acudía a clase acompañada de su padre porque él era el único capaz de entenderla y de traducir lo que decía al resto de compañeros y profesores, podría dar un salto fuera de la Comunidad Valenciana

Los institutos que están desarrollando la aplicación para ayudar a personas con dificultades en el habla a comunicarse han solicitado al Ministerio de Educación una subvención para poder continuar el proyecto. 

La pretensión de los docentes también es colaborar con otros centros de Formación Profesional, de Sevilla o Mérida, para replicar este programa incluso con otras realidades sociales y aumentar también el nivel, algo para lo que necesitan fondos económicos. 

Por el momento, ya han iniciado contactos con más institutos y hospitales con tal de dar a conocer una iniciativa que ha sido distinguida por la asociación de inspectores INSnovae con el premio Acción Docente 10 – AD10 al mejor proyecto de innovación educativa. 

Para visibilizar el alcance del proyecto LARA, los tres institutos también han concertado varias charlas en la Universidad de Alicante (UA) y el próximo 5 de junio realizarán la presentación del resultado final en el Centro de Congresos de Elche.

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