Alicante reactiva los trámites para los colegios El Somni y La Cañada seis meses después de aprobar los proyectos

El Ayuntamiento solicita a la conselleria una revisión de los costes de obra de ambos colegios, requisito indispensable para que puedan salir a concurso

El gobierno local reclama a Educación 2,3 millones para el centro de Educación Especial y 1,3 para el de la pedanía alicantina

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Seis meses después de aprobar los proyectos para construir los nuevos colegios de El Somni y La Cañada, el Ayuntamiento completa el siguiente trámite para avanzar en su desarrollo: la solicitud de revisión de precios a la Conselleria de Educación. En concreto, el gobierno local prevé que las obras de ambos centros cuesten 2,3 y 1,3 millones de euros más de lo planteado inicialmente.

En octubre de 2023, el Ayuntamiento de Alicante dio luz verde al proyecto de construcción del Centro de Educación Especial El Somni, que se ubicará en el barrio de La Torreta (PAU 2) así como del CEIP La Cañada del Fenollar, pendiente de llevarse a cabo en la pedanía del mismo nombre.

Sin embargo, el trámite para su construcción se encontraba paralizado desde entonces, a falta de que el gobierno local que dirige Luis Barcala completase un nuevo trámite administrativo, que consistía en reclamar a la Generalitat (quien sufragará las obras a través del Plan Edificant) una revisión de los precios planteados en un primer momento, debido al aumento de los costes de materiales de construcción desde que se redactaron los documentos.

Aumento de 3,6 millones

En concreto, se ha solicitado un incremento de 2.295.382 euros para el CEE El Somni y de 1.347.424 euros para el CEIP La Cañada del Fenollar. La concejala de Educación, Mari Carmen de España, ha explicado que "la tramitación de estas instancias es compleja y lleva su tiempo, ya que deben incorporar un informe favorable de Intervención, una memoria valorada de nuevas actuaciones a realizar, un informe de incremento de precios ey otro justificativo del incremento del gasto". 

Ahora, el asunto queda en manos del departamento autonómico, que debe revisar toda la documentación y dar una respuesta a la petición planteada por el Ayuntamiento. En caso de que Educación quede conforme con el expediente, el conseller José Antonio Rovira deberá emitir la resolución de delegación de competencias para que el Ayuntamiento proceda a comenzar el proceso de licitación.

Alegría con cautela

Este nuevo trámite llevado a cabo por el Ayuntamiento representa un paso más hacia la construcción de los centros. Una noticia que alegra a las comunidades educativas de ambos colegios, aunque aún se muestran cautas, a la espera de que el siguiente movimiento administrativo no se eternice.

Sara Mas, directora del CEIP La Cañada asegura que en el colegio "estamos contentos por que se ha movido ficha", aunque lamenta que la construcción del nuevo colegio "se está demorando mucho". La directora advierte de que "los trámites a realizar se alargan en el tiempo" mientras que "los cursos siguen pasando".

Igualmente, la presidenta del AMPA de El Somni, Begoña Santacreu, celebra el avance pero apunta que «esto es lo que llevamos esperando desde noviembre, aunque más vale tarde que nunca». Ahora, según Santacreu, «falta que respondan de Valencia con rapidez porque el tiempo para hacerlo es tan largo que los jóvenes terminan los cursos y se gradúan, pero ahí sigue el colegio sin construirse», lamenta.

Centros innovadores

En el caso de El Somni, los arquitectos del estudio alicantino CrystalZoo tuvieron que hacer frente a un desnivel de más de cuatro metros entre ambos extremos de la parcela. José Luis Campos, CEO de la compañía, explica a INFORMACIÓN que quisieron aprovechar esa adversidad para "camuflar" el futuro colegio. En cuanto al interior, el futuro edificio contará con un patio central descubierto con forma circular que funcionará como "claustro" y a su vez iluminará las estancias anexas. 

En cambio, la situación en la que se enmarcará el futuro CEIP de La Cañada del Fenollar es completamente diferente: un entorno con escasos edificios y construcciones diseminadas. En este caso -según Campos- el efecto deseado fue justo el contrario: "Convertir el colegio en un hito que vuelva a dirigir la mirada hacia las partidas rurales, que a veces quedan algo olvidadas".

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