El Santo Entierro conmueve a Alicante en el Viernes Santo

Las hermandades del Santo Sepulcro, Mater Desolata y Nuestra Señora de la Soledad de Santa María cierran la jornada que abrió por la mañana la Sentencia de Jesús

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

Después de una mañana marcada por la emotiva procesión de la Sentencia de Jesús, la tarde y la noche del Viernes Santo han estado impregnadas de fervor religioso en Alicante que dado inicio con la procesión del Santo Entierro, con la Hermandad Penitencial Mater Desolata, la del Santo Sepulcro y la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad de Santa María, que han inundando las calles alicantinas de fervor.

La primera de la tarde en hacer su salida fue la Hermandad Penitencial Mater Desolata a las 18 horas, cuyo recorrido, uno de los más extensos entre las 28 procesiones de la Semana Santa alicantina, se prolongó por más de cinco horas desde el barrio de Carolinas hasta el corazón de la ciudad.

El recorrido de la procesión abarcó varios puntos emblemáticos de Alicante, desde la solemne salida en la parroquia de San José de Carolinas que transcurre por la calle Tomás López Torregrosa y el paso por las estrechas calles del barrio de Carolinas. El final de la procesión se llevó a cabo en la Concatedral de San Nicolás, donde tuvo lugar el esperado encuentro con el Cristo Yaciente.

Esta hermandad, mayormente integrada por vecinos del barrio, presentó dos importantes novedades: la restauración completa de la imagen de la Virgen y el estreno de la cartela frontal del paso de Cristo, una obra realizada por el imaginero José María Leal Bernárdez.

Con cerca de 300 miembros, incluyendo 85 costaleros que portaron el paso durante todo el recorrido, la hermandad de Carolinas celebró este año su 75 aniversario con diversas actividades planificadas para octubre.

Santo Sepulcro

Alrededor de las 20:30 horas del Viernes Santo, la Hermandad del Santo Sepulcro sacó a las calles de Alicante la venerada imagen del Santísimo Cristo Yacente, conocido como "El Sepulcro". Acompañado de su estandarte original del año 1943, recientemente descubierto entre varias pertenencias almacenadas por la hermandad, el Cristo Yacente se dispuso a recorrer las calles de la ciudad en una muestra de fervor y devoción que conmovió a los presentes.

El recorrido de la procesión comenzó con uno de los momentos más destacados: la salida del Sepulcro en completa oscuridad, iluminada únicamente por un cañón de luz desde la Concatedral de San Nicolás. Este solemne inicio, que sumió a la Concatedral en penumbra mientras el Yaciente emergía en silencio, marcó el inicio de una procesión cargada de significado religioso y espiritualidad.

Durante el desfile, otro punto destacado fue la carrera oficial, donde el paso del Sepulcro, montado sobre ruedas, parecía flotar suavemente, creando una imagen de serenidad y solemnidad entre los presentes. La ausencia de cargadores y el movimiento fluido del paso ofrecieron como cada año la sensación de que el Cristo Yacente se deslizaba sobre el suelo.

La procesión realizó su recorrido habitual con la subida a la plaza de San Cristóbal y cruzó a López Torregresa antes de entrar en la carrera oficial. Finalmente pidió la venia pasadas las 22 horas, antes de realizar la recogida.

El trono del Sepulcro ha vuelto a lucir este año los colores originales del escudo de la ciudad, tal y como se realizó en 1943, en la primera procesión que realizó la hermandad. En aquel momento, el Ayuntamiento de la época hizo una donación por importe de 5.000 pesetas a la hermandad. El acompañamiento musical lo ha realizado la banda de música Ciudad de Asís, tanto en la cabecera como en el Yaciente.

Soledad de Santa María

Con una majestuosa muestra de devoción, la Cofradía de La Soledad tuvo el honor de cerrar, como es tradición, la procesión del Viernes Santo en la ciudad de Alicante. Ataviados con túnicas de tonos claros y capirotes azules, símbolos de los colores marianos y de la ciudad, los cofrades partieron desde la Basílica de Santa María pasadas las 20 horas, donde una multitud expectante se congregaba en la calle Villavieja para presenciar el inicio de la procesión.

El tradicional "toque de ciudad", anunciado por la bocina oficial, marcó el inicio de la procesión, encabezada por el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla,  junto al rector de la basílica y el canciller del obispado y consiliario de la Junta Mayor.

La procesión, encabezada por La Soledad, avanzó desde la Basílica dirigiéndose hacia la calle Mayor y ascendiendo frente a la Concatedral hacia la plaza San Cristóbal, para luego cruzar hacia López Torregrosa. Pasadas las 22 horas, el cortejo tomó la Rambla y solicitó la venia en la carrera oficial media hora después.

El recorrido realizó su tramo final por plaza de la Santísima Faz, la calle Mayor y la calle Villavieja, hasta regresar a la Basílica de Santa María, donde la entrada se produjo minutos antes de medianoche.

Destacó la elegancia del trono, adornado con una exquisita candelería de velas rizadas y flores de cera blanca, así como el exorno floral compuesto exclusivamente por orquídeas blancas procedentes de Holanda.