Lista de espera en las farmacias alicantinas de medicamentos para diabéticos

Las boticas de la provincia tienen agotados estos fármacos que cada vez más personas usan para adelgazar o bien llegan con cuentagotas

El Ministerio de Sanidad insta a prescribirlos para su uso autorizado y frenar así este desabastecimiento

Una farmacia alicantina el pasado mes de mayo cuando recibió algunas unidades del medicamento

Una farmacia alicantina el pasado mes de mayo cuando recibió algunas unidades del medicamento / Héctor Fuentes

J. Hernández

J. Hernández

De locura. Así describe un farmacéutico de Alicante la demanda de medicamentos para diabéticos por pacientes con sobrepeso que quieren adelgazar, lo que provoca que algunos de ellos, como Ozempic y Victoza, estén agotados, con lista de espera en las boticas para conseguir alguna unidad de estos fármacos inyectables financiados por la Seguridad Social.

Las farmacias advierten de la «aguda escasez» de medicamentos para la diabetes tipo 2, a la que se enfrentan desde que comenzó la popularización de su uso como tratamiento adelgazante, no contemplado en su ficha técnica.

Es tal la situación, similar en todo el país, que el Ministerio de Sanidad ha pedido que estos medicamentos se prescriban solo para uso autorizado, tratando de evitar así su desabastecimiento, pues análogos como Trulicity, Saxenda o Fiasp también están presentando problemas de suministro. Llegan con cuentagotas y se dispensan exclusivamente a personas que sufren diabetes.

La escasez de suministro de Ozempic y similares comenzó, según recuerda la red de búsqueda de medicamentos Luda Partners, con la promoción de sus propiedades adelgazantes que hicieron rostros conocidos en internet como Kim Kardashian y Elon Musk lo que desencadenó una crisis de abastecimiento a nivel mundial. Estos famosos admitieron utilizar inyecciones adelgazantes que en realidad son medicamentos para tratar la diabetes tipo 2 y regular el nivel de glucosa en sangre.

Efectos secundarios

Este uso no solo ha provocado desabastecimiento en Estados Unidos sino problemas de suministro en las farmacias españolas desde el verano de 2022 hasta febrero de 2023 y que un año después se producen de nuevo. El fármaco puede tener efectos secundarios gastrointestinales, y en torno a un 15% de personas que lo toman dejan de tener apetito o disfrutar de la comida hasta el punto de que abandonan su consumo, y también puede provocar náuseas, vómitos o diarreas.

Quienes toman el Ozempic se pinchan semaglutida, una hormona prescrita a diabéticos que hoy usan pacientes sanos porque reduce el apetito. Es un medicamento que necesita receta y está financiado por la Seguridad Social exclusivamente para pacientes diabéticos y nunca con el objeto de perder peso.

La sanidad privada dispensa el fármaco a petición de los pacientes. Los médicos de la Sanidad pública lo prescriben a determinadas personas con diabetes tipo 2, aunque reciben la presión de personas que lo piden para adelgazar.

David Lloret, farmacéutico de Alicante, explica que conseguir la solución inyectable de Ozempic de 1 miligramo es "imposible" desde el pasado verano. "Es muy difícil conseguirlo. Hablé con el delegado de Novo Nordisk A/S (empresa farmacéutica danesa líder en el segmento de las insulinas) y me comentó que iban a tardar por lo menos seis meses en normalizar la situación pese a que han cuadruplicado la fabricación y no consiguen abastecer el mercado mundial que se ha multiplicado por diez en los últimos siete u ocho meses".

Según señala, el perfil de paciente que utiliza este medicamento para perder peso es el de mujeres y hombres de mediana edad con problemas hormonales, o bien chicas jóvenes que han cogido algunos kilos, "pero es que se lo están prescribiendo. Eso es con receta, pero es que hay médicos que los prescriben, sobre todo privados, fuera de indicación porque realmente no tienen obesidad, simplemente quieren adelgazar. Nosotros ya hace tiempo que cortamos la dispensación a gente que no tiene indicación por la Seguridad Social como diabético pero aún así es una locura".

Cofares, compañía líder en distribución de medicamentos en España, que trabaja con el 70% de las 800 farmacias de la provincia, estaría sirviendo al almacén de Alicante apenas 80 unidades del Ozempic de un miligramo a la semana, según farmacéuticos consultados. Otro boticario, Iñaki Malluguiza, tampoco tiene ahora mismo existencias.

En cuanto a Trulicity, que hay de 1,5 miligramos y de 0,75, sí se está sirviendo algo y el abastecimiento está más controlado. En cuanto a Saxenda y Victoza, que contiene el principio activo liraglutida, el primero no está financiado para pacientes no diabéticos y el segundo lo mismo, se financia solo para quienes sufren diabetes.

La red digital de farmacias Luda ha denunciado la «preocupante» situación que atraviesa el sector en cuanto al abastecimiento de medicamentos para la diabetes que provoca listas de espera. «La gente está desesperada y cuando nos llega una nueva caja de Ozempic», tras un periodo de espera, «les intentamos llamar para decirles que lo tenemos disponible» y se dispensa «en apenas minutos», señala José Jaén, farmacéutico de la Farmacia Cristina Vivó de Elche.

Complicaciones

Ozempic es el fármaco más demandado por los pacientes de esta enfermedad porque se encarga de controlar de manera eficaz los niveles de glucosa en sangre y reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares, por lo que su desabastecimiento complica mucho la situación de estas personas.

«En general, los pacientes con diabetes están indignados porque saben que esta medicación se está utilizando irregularmente para adelgazar y ellos lo necesitan para continuar con sus tratamientos, que han sido marcados por un médico», agrega Jaén.

Cajas de Ozempic hace unos meses cuando empezaron a llegar a las farmacias de Alicante tras un primer desabastecimiento

Cajas de Ozempic hace unos meses cuando empezaron a llegar a las farmacias de Alicante tras un primer desabastecimiento / Héctor Fuentes

Ante esta escasez, solo pueden ser prescritos otros medicamentos similares si el médico lo cree conveniente por lo que el paciente debe regresar a consulta, informarle sobre la situación y que este le cambie la receta, un procedimiento que desde la red consideran «tedioso», por lo que reclaman otras soluciones para que se pueda llevar a cabo un procedimiento más rápido que incida directamente en estos pacientes con «afecciones graves».

Luda Partnerts ha indicado que en los dos últimos meses las búsquedas de estos fármacos en su herramienta tecnológica han aumentado un 98% respecto a las semanas posteriores al verano. Según esta red, que aglutina a más de 3.500 farmacias, el último tercio del año 2023 ha sido el peor en cuanto a provisiones del fármaco y advierten de «la situación de incertidumbre y preocupación» que viven los pacientes con diabetes que se controlan su enfermedad a través de Ozempic y otros medicamentos análogos que también tienen problemas de suministro, como los citados Trulicity, Victoza o Fiasp.

Control de las prescripciones

El Ministerio de Sanidad ha pedido la prescripción médica de Ozempic únicamente para su uso autorizado y financiado, que son personas con diabetes tipo 2 y una obesidad con un índice de masa corporal por encima de 30 que no se controle con otros tratamientos antidiabéticos. En la actualidad se puede prescribir para pacientes que no cumplan todos los requisitos si abonan el precio completo de su bolsillo.

A pesar del problema de abastecimiento, expertos han alertado estas últimas semanas del impacto de esta crisis de falta del medicamento en el estigma que sufren los pacientes con obesidad cuyo tratamiento con Ozempic les puede ayudar a mejorar su salud y reducir el riesgo cardiovascular.

«Son fármacos seguros, eficaces, pero tienen que ser manejados por manos expertas», apunta Cristóbal Morales, vocal de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).

Almudena Castro, coordinadora del Grupo de Trabajo de Diabetes y Obesidad de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), ha manifestado que «es un fármaco que salva vidas y no hay que privar a un paciente de este beneficio por otros motivos que no sean de salud».