Los padres de niños con necesidades especiales del colegio Enric Valor de Alicante viven una situación complicada y empiezan a desesperarse al entender que será muy difícil que dispongan de un educador para sus hijos antes de que finalice el curso.

La educadora que se encargaba de los pequeños se ha cogido una baja, que se suma a la del psicopedagogo y la del fisioterapeuta del centro, todos ellos claves en la atención a sus hijos.

La educadora está de baja desde el pasado lunes y el problema según explica el director del centro, Miguel Andreu, es que «al parecer no hay personal en bolsa para poder cubrirla a estas alturas del curso». «Sé que la Dirección Territorial de Educación está haciendo lo que puede para solucionar el problema pero no sé si será posible, a no ser que algún sustituto se libere en otro centro y pueda venir aquí», asegura.

La consecuencia es que son los propios padres y madres los que se acercan al colegio para cambiar a sus hijos o ayudar a moverlos de sitio para ir por ejemplo al comedor, cambiar de aula, o al entrar y salir del colegio. Y otros han optado por no llevar a los niños al colegio algún día.

Hay una decena de familias afectadas con niños de entre 3 y 12 años. Además, algunos progenitores llevan a sus hijos a este centro porque disponen de recursos educativos para niños con necesidades especiales pero no por cercanía con su domicilio.

«La baja de la educadora ya ha sido el remate porque desde febrero estamos sin fisioterapeuta y el psicopedagogo también está de baja. La dirección del colegio y los profesores ayudan en los que pueden pero tampoco pueden dejar de atender a los otros alumnos, llegan hasta donde llegan», lamenta una de las madres afectadas, Isabel M. García.

«Nuestra queja es contra la burocracia y la poca agilidad para cubrir las bajas de un personal tan necesario. La inclusión no consiste sólo en poner rampas en los colegios y los que pagan al final son los niños», criticó.

Además, destacó que la figura clave en el día a día de los pequeños con problemas de movilidad y necesidades especiales es la educadora, pero recordó que el caso del fisioterapeuta también es muy importante. «Las familias tenemos por ley en estos casos al fisioterapeuta por la Seguridad Social pero al escolarizar a los niños pasan a estar atendidos en el colegio porque así este profesional está en contacto directo con el personal docente y es el que se encarga de realizar los informes sobre sus progresos».

«Hemos pedido reunirnos con la directora territorial de Educación pero nos dicen que están trabajando en encontrar una solución pero no nos han recibido», indicó esta madre.

El director del colegio Enric Valor entiende la desesperación de las familias pero afirmó que ve «difícil» que pueda solucionarse en estas fechas. «No hay disponibilidad en la bolsa y si nos acogiéramos a los puestos de difícil cobertura los trámites llevarían entre diez y quince días. El curso lo acabamos el día 19», recordó.