El Hospital General de Alicante ha comenzado a operar a niños con sordera profunda para colocarles implantes cocleares (dispositivos electrónicos) que les permitan oír. Hasta ahora, estos menores tenían que viajar a València para ser operados en el Hospital La Fe. El servicio de Otorrinolaringología del Hospital General de Alicante comenzó hace dos años a realizar este tipo de intervenciones quirúrgicas en los adultos y después de más de una treintena de implantes colocados han extendido el programa a los menores. Para estas primeras operaciones se está contando con la presencia de especialistas del Hospital La Fe, que se desplazan hasta el Hospital General de Alicante para operar conjuntamente con los otorrinos alicantinos e ir guiándoles en estas complejas intervenciones.

Los dispositivos se colocan en quirófano, en una operación que requiere de muchas horas, y constan de dos partes. La primera se coloca mediante cirugía acoplada al hueso temporal con un electrodo colocado en el oído interno. El implante lleva un elemento externo que procesa las ondas y transmite información codificada del sonido ambiental a la parte interna.

Este tipo de intervenciones están indicadas para niños que sufren sordera profunda, «detectada al nacer y que no responden bien a los audífonos», explica Guillermo Severá, jefe del servicio de Otorrinolaringología del Hospital General de Alicante. La recomendación de los especialistas es que los niños sean operados cuanto antes, antes de cumplir los dos años. Aunque la intervención quirúrgica no dista mucho de la que se realiza en los adultos, «lo más complicado en niños tan pequeños es el diagnóstico de la sordera y la rehabilitación tras la operación».

Porque el tratamiento no termina con el alta hospitalaria del paciente. Tras la intervención quirúrgica, éste debe pasar por un proceso de rehabilitación en el que intervienen logopedas, audiólogos y programadores. Los sonidos que escucha el paciente tras la operación son diferentes, más metálicos, por lo que el cerebro debe aprender a captarlos y a interpretarlos.

Rehabilitación

En el caso de los niños, matiza Severá, «estos programas de rehabilitación son más largos e incluyen también la adaptación al colegio». Hay que tener en cuenta que los adultos que se someten a estas operaciones en algún momento de su vida han oído, por lo que pueden hablar. «Los niños han nacido con este problema y no pueden hablar, por lo que los diagnósticos son complejos y los seguimientos tras la intervención, largos», explica el responsable de Otorrinolaringología del Hospital General.

Hasta ahora, los niños que eran operados en Valencia realizaban la rehabilitación en la provincia de Alicante, en los locales de una asociación que es la que presta este servicio a la Conselleria de Sanidad. El objetivo ahora, señala Severá, es que la entidad pueda tener un espacio en el Hospital General para poder impartir ahí sus sesiones con los menores.

El centro sanitario alicantino se ha convertido en referencia para la colocación de implantes cloqueares en la provincia y actualmente lleva a cabo una media de 15 operaciones al año en adultos. El progresivo envejecimiento de la población hace que este tipo de dispositivos internos sean cada vez más demandados, ya que muchas personas mayores sufren sordera profunda y no se adaptan bien a los audífonos. Hace 60 años que se colocó el primer implante cloquear en el mundo y los especialistas creen que se trata del avance más importante que ha vivido su especialidad en los últimos años.