Ante la amenaza de la impugnación de las próximas oposiciones a maestro por parte de decenas de afectados excluidos de las listas de admitidos, pese a disponer del justificante de pago de las tasas, Educación ha optado por cambiar su inflexible postura inicial y, finalmente, permite a todos ellos que subsanen los posibles errores hasta el jueves, día 24 a las 23:50 horas.

Ayer por la tarde, tras la protesta durante toda la mañana de un grupo de afectados ante la sede territorial de Educación en Alicante, la conselleria incluyó en la web el siguiente anuncio: Las personas aspirantes al proceso selectivo del cuerpo docente de Maestros que figuran en el siguiente anexo podrán proceder a la correspondiente subsanación a través del enlace https://www.sede.gva.es, desde las 16:00 horas del día 22 de mayo de 2018 hasta las 23:59 horas del día 24 de mayo de 2018.

En el citado anexo figuran 150 aspirantes que se habían visto excluidos inicialmente. «Nos habían dejado en el limbo. No existíamos para Educación pero el programa informático nos aportó la justificación de haber pagado las tasas del examen, ¿cómo se explicaba esto?» Alba Martínez es una de las afectadas que ayer se plantó ante la sede territorial de Educación en Alicante e incluso fue recibida por la responsable, Tudi Torró, junto a otros compañeros y el respaldo de delegados sindicales de CSIF y del STEPV. Se fueron a las 15:00 horas sin tener solución alguna.

«Esto me ha subido la tensión, me ha provocado vómitos e inestabilidad en todos los sentidos. Un mes antes de las oposiciones te privan de la posibilidad de cambiar tu futuro, para lo que llevas preparándote años, gracias a que sacan un número alto de plazas» -son 3.000 para maestros, cerca de 1.000 en su especialidad, la de Primaria-, lamentaba Alba.

Junto a Lorena Rosa, otra de las afectadas, aseguraba que la plataforma informática se saltó pasos en el proceso. «Lo hice en el mismo ordenador que otra compañera. En el ordenador de la dirección del mismo colegio», asegura.

Se sienten «bloqueadas» por la situación y no han podido seguir estudiando ante el temor de quedarse sin examen, algo en lo que no quieren pensar y que les está generando problemas de salud.

«Llevo cinco días llorando sin parar. Dos años pagando una academia para preparar las pruebas de Infantil, sin vida social ni familiar para que me consideren un opositor fantasma», abundaba Lorena Rosa Gómez. Se ha propuesto sacar esta oposición en su quinta oportunidad «y voy a por todas. Tengo puntos por trabajar y quiero formar una familia», concluyó desesperada.