Los temidos mosquitos que llegan con el verano tienen los días contados en Alicante. O, al menos, ese el objetivo que se ha propuesto el Ayuntamiento al iniciar recientemente un ambicioso plan de choque que pretende ganar la batalla a estos molestos insectos. El pasado viernes por la noche, varios vehículos especializados comenzaron ya a fumigar, como acción preventiva, en varias zonas de la playa de San Juan y la Albufereta, mientras que ayer se trasladaron al centro de la ciudad.

El nuevo equipo de gobierno, a la vista de la pesadilla que vivieron cientos de vecinos el año pasado por el mosquito tigre, ha puesto el acento en una fumigación adicional, que se suma a las actuaciones habituales que lleva a cabo Lokímica, empresa adjudicataria especializada en el diseño y ejecución de programas de lucha antivectorial a nivel municipal. A partir de ahora y durante toda la época estival, la empresa adoptará medidas prácticas con un sistema de fumigación más intenso en lagos, embalses, parques o zonas donde suelen concentrarse las molestas nubes de mosquitos. Se utilizarán productos más potentes para evitar, sobre todo, la proliferación de los mosquitos tigre, que fue durante 2017 la especie de insecto que más incidencias provocó con numerosas quejas vecinales por picaduras. Una de las primeras áreas a tratar será el campo de golf de San Juan, donde cada año, durante julio y agosto, se forman grandes criaderos por el césped y el riego.

Todos hemos experimentado ese picor infernal que puede llegar a estropear hasta la más idílica noche de verano. Pero, aunque los mosquitos son uno de los inconvenientes de esta estación, esta situación se agravó notablemente en Alicante el pasado año, cuando las asistencias por picaduras aumentaron un 37%. Según datos de la Conselleria de Sanidad, en los meses de julio y agosto de 2017 los médicos de familia de la provincia realizaron 17.336 asistencias por picaduras, la inmensa mayoría por mosquito tigre. En los mismos meses del año anterior fueron 12.577.

Resulta imprescindible que las acciones preventivas que se están llevando a cabo se refuercen con la sensibilización y participación de la ciudadanía. Por ello, el Ayuntamiento y la empresa mantendrán reuniones con las comunidades de propietarios para informar sobre las recomendaciones que deben seguir para evitar la proliferación del mosquito tigre. Una de las principales es evitar la acumulación de agua, por muy pequeños que sean los estancamientos. Los vecinos deben intentar que el agua no quede retenida en cubos, bidones de riego, bebederos de animales o incluso maceteros, donde frecuentemente se forman criaderos.

Según ha informado la Conselleria de Sanidad, el mosquito tigre ha ido extendiéndose por la Comunidad Valenciana desde el año 2009 y en agosto de 2017 ya se identificó en más de 260 municipios. Las hembras de esta especie invasora se caracterizan por ser origen de molestas picaduras. Sin embargo, desde un punto de vista sanitario, lo que preocupa especialmente es su capacidad para actuar como transmisor de enfermedades.

La alerta en relación a la enfermedad por virus Zika, emitida por la OMS, en febrero de 2016, hace necesario prestar una atención especial a la vigilancia y control de este mosquito, que puede actuar como transmisor de esta enfermedad y de otras como dengue o enfermedad por virus de chikunguña. Las zonas más afectadas son las de la franja litoral, lo que contribuye a reforzar la hipótesis de que su expansión peninsular se ha visto favorecida por el traslado de ejemplares en vehículos a lo largo de los ejes viarios que recorren la costa.