El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha valorado hoy que "lo fácil era cerrar las playas", en alusión a la decisión del Ayuntamiento de permitir el baño en las playas de la ciudad pese a la amenaza de la carabela portuguesa.

Barcala ha señalado que ante el posible peligro por picaduras "mientras que en otras playas de la provincia se ha optado por el cerrojazo, nosotros pensamos que debíamos invertir muchos más medios para ser mucho más precisos".

Así, "cuando existía un riesgo se ha ido cerrando, aunque fueran por tramos, las playas", ha explicado el primer edil, quien añade que en el momento en que "teníamos constatado que ese riesgo desaparecía, han estado abiertas".

La diferencia, según Barcala, es "no correr absolutamente ningún riesgo e ir a lo fácil o trabajar con más intensidad estando encima del problema real que hay".

"Lo fácil es, ante cualquier posibilidad o noticia, echar el cierre a la playa y no medir las consecuencias que eso tiene a nivel turístico y de imagen de la propia ciudad", ha declarado.

"Nosotros optamos por poner más equipos, hacer un seguimiento más directo de todas y cada una de las playas, además por tramos, para ver la posibilidad de ir abriéndolos o cerrándolos en función de si existía algún tipo de riesgo".

Barcala ha destacado que "no ha habido ni un solo caso de picadura por las medusas". El alcalde ha recordado que en cuanto suba la temperatura del agua el problema desaparecerá y ha querido enviar un "mensaje tranquilizador".

"Estos asuntos deben manejarse con más responsabilidad porque generan alarmas que son muy perjudiciales para la imagen de Alicante y su turismo", ha concluido.