La falta de capacidad de la terminal de cruceros del Puerto de Alicante para acoger al mismo tiempo a tres cruceros de las dimensiones de los barcos que ayer hicieron escala en Alicante provocó que uno de los barcos tuviera que amarrar en el muelle 13, uno de los que se utiliza para la carga y descarga de graneles.

Afortunadamente, ayer no había operativa ni acopios de material en el muelles, que estaban limpios, pero el crucero afectado amarró justo frente a las pantallas cortavientos instaladas para frenar la nubes de polvo que se general al mover cemento y clíncker. Varios vecinos denunciaron el hecho en la propia Autoridad Portuaria. "No es de recibo que estos turistas salgan del Puerto en autobuses por la misma ruta de los camiones que se llevan el cemento", criticaron desde la plataforma de vecinos.

La Plataforma de Afectados por las Descargas Tóxicas en el Puerto de Alicante ha recibido, por otro lado, con estupefacción el proyecto que ejecuta la Autoridad Portuaria para alejar el movimiento de graneles al aire libre de la fachada marítima de Alicante al considerar que la iniciativa no es mas que un parche para desviar la atención sobre el impacto ambiental del movimiento de los graneles.

Para los vecinos afectados la única solución son, por otro lado, las naves cerradas y para ello recuerdan el informe emitido por la Dirección Territorial de Calidad Ambiental en junio de 2016 que advirtió entonces, aludiendo al plan de calidad de aire de l`Alacantí que para la obtención de la autorización administrativa de actividad potencialmente contaminadora de la atmósfera, se debiera proceder a la adaptación de las instalaciones con el fin de garantizar que todas las operaciones de almacenamiento y manipulación de materiales pulverulentos se realizan en naves cerradas y en depresión o, en su caso, mediante sistemas equivalentes de semejante eficacia probada.